Ansiedad {Alena}

-Parkinson, Parkinson-

-Me lleva el carajo, que me vas a gastar el apellido imbécil, cuando quieras referirte a mí hablame una vez, que no soy sorda-

Dije con cara de pocos amigos, ante aquel idiota que mi hermana insistia estaba enamorado de mí, me encantaba el hecho de que temblara cada vez que lo miraba, sentir el miedo en la mirada de las personas es tan genial para un Slytherin, el me miraba mientras dejaba el libro en el sofá de la sala común y me levantaba acomodando mi falda.

-NO QUE ME IBAS A DECIR ALGO IDIOTA, ¿QUE MIRAS?-

Su mirada se despego de aquel lugar donde la mayoría sabían guardaba mi varita, de vez en cuando, cuando estaba más coqueta que mala, cruzaba la pierna para darles el panorama de aquel liguero, solo para que se sintieran afortunados, pero hoy no era un buen día, el me miro a los ojos y yo torcí el gesto.

-Habla-

-Es que quería...decirte que...Ya que viene el baile de san valentín en unos días-

Una carcajada de aburrimiento se escapo de mi boca, mientras me contoneaba para quedar al frente de él.

-Ni en tus sueños más eroticos Stevens-

-Mery, Mery-

Rompieron unos gritos en la sala común, Emilce Rogers, se acercaba hacia donde me encontraba corriendo, la mire de arriba a abajo y solté un bufido de desaprobación.

-No me llames Mery, y que demonios quieres? es que hoy no me dejaran tener un día tranquilo-

-Escucha tengo algo que tal vez quieras saber-Una sonrisa se dibujo en aquel rostro esqueletico que me recordaba claramente a un dementor, una de mis manos viajo rápidamente a su muñeca con odio. -Sueltalo si tanto sabes que me importara odio los rodeos- Su rostro revelaba el miedo de saber de lo que era capaz en un acto de impulsividad.

-Malfoy-La solté de golpe al escuchar que se trataba de Scor.-¿Que pasa con Scorpius?- Ella bajo el rostro y yo solte su esqueletica muñeca. -Todos dicen que esta de novio con una ravenclaw de intercambio, la tal Alena no se que-

-Gorgios- Ella asintió, mientras su rostro recuperaba la sonrisa por haberme según ella hecho un favor. -Me debes una ¿no?- Me soltó con aquella estupida sonrisa. Sonreí mientras me acercaba a ella, -Meredith Parkinson nunca le debe nada a nadie ¿Entendido?-

Su rostro tomo un tono más pálido aún mientras yo salía de aquel lugar y salí dispuesta a buscar a Scorpius, ¿como era eso de que todos se enteraban de sus actos menos sus mejores amigas? Que demonios si estaba tramando algo no le permitiría que nos dejara fuera de esto, ya tenía bastante en que mi hermana se concentrara más en molestar a todos, que en cosas más importantes como para que Scor se me suavizara pensando en el amor, si alguien tenía que pensar en frío y darles una bofetada a ambos para que recordaran nuestra misión estaba muy dispuesta a hacerlo.

Al caminar por el pasillo de hogwarts todos los estudiantes empezaron a hacerse a un lado ya sabían bien que no dudaría en hacerles un hechizo o recordarles lo asquerosos que eran por solo mirarme, es cierto que yo era menos impulsiva que mi hermana, pero era toda una serpiente sigilosa y cuando tenía mi presa no dudaba en aplastarla, por lo que muchos me consideraban la gemela más peligrosa.

En el gran comedor ahí estaría Scor supuse pero justo antes de entrar lo ví de frente junto a la tipa de intercambio, rodeé los ojos con fastidio mientras me dirigia hacia ambos, sentí la mirada de muchos en mi espalda por lo que volteé y todos disimularon, al acercarme a Scor, una sonrisa torcida que parecía más un mal gesto se dibujo en mi rostro.

-Que suerte que los encuentro- Dije llena de sarcasmo mientras mi mirada se dirigia a un paquete que traía Scor en la mano.