¿Malas noticias?

Era un día esplendido el sol irradiaba por todas partes excepto en el ministerio, una vez que entras ahí es como si estuvieras rodeado de 15000 dementores, cartas, gritos, malas caras, todo en ese maldito lugar te tensaba con solo poner un pie ahí, para colmo de males, hoy debía recibir bastante papeles del gobierno Irlandés, no debían estar felices conmigo una vez que habían recibido mi demanda, amenzandolos con un juicio si era necesario, gracias a mi buen prestigio como abogada mágica de inmediato accedieron a quitar su demanda y pagarnos los daños morales causados a el país.

-Buenos días jefa-

Saludo mi secretaria de inmediato le sonreí, aun no me acostumbraba al hecho de tener una secretaria gracias a mi incontable trabajo, el jefe de manera "amigable y considerada" me contrato una secretaria, llamada Alondra, era una dulzura.

-Buenos días me traes un café y los papeles enviados para mí gracias-

-Claro de inmediato-

Ella entro al cabo de unos minutos con miles de papeles que debía revisar y el café, le agradecí este con una sonrisa.

-Gracias-

-Jefa, creo que debería leer esto-

-¿Que es?-

-Una revista de chismes pero...-

Empecé a negar de inmediato con la cabeza, mientras leía unos papeles enviados de Irlanda.

-Por amor a Merlín, Alondra tengo demasiado trabajo para esas cosas-

-Pero mencionan algo de alguien de su apellido-

Tome la revista y empece a leerla rápidamente mientras Alondra salía, casi me muero cuando leí que decían que Sari MI PRIMA, había salido con el ministro MI JEFE, no por que fuera mi jefe si no por que a mi el me parecía simplemente un maldito del que había que cuidarse. Respire mientras volvía a mis papeles, luego hablaría con Sari estaba en serios problemas.

"Señorita Lilliam G. Whyte encargada de la oficina de Leyes mágicas Internacional de Londres:

No aceptamos su pedido, si quiere un juicio eso tendra, las ofensas recibidas del ministerio de Inglaterra son demasiadas, debería pedirle al señor ministro que tenga cuidado con algunas declaraciones"

-MALDITA SEA!!! Quieren deberle hasta sus nietos a Inglaterra eso tendrán pinches Irlandeses si la mitad de ellos son duendes-

Dije mientras golpeaba mi escritorio y me levantaba mientras caminaba a la oficina del Ministro ya haría el procedimiento para dejar en banca rota a los cabrones Irlandeses pero antes ese señor tendría que explicarme si había tenido contacto con ellos, sin decirmelo.

Vi al final del pasillo a la secretaria del ministro empezar a marcarle supuse que esta entenderia que otro día más tendría que enfrentarse a mi rabia contenida pero debía ser respetuosa.

-Necesito hablar con el ministro AHORA!-

Dije sin lograr que saliera como una petición y no un mandato.

Otra vez había problemas en el mundo mágico, y otra vez la señorita Whyre venía a darme su agradable serenata de los problemas de este pais, dios, era le ministro de magia pero parecía que tuviera otra madre en el ministerio. Recogí todos lso papeles para que no cotillease demasiado mi escritorio, la mayoría eran informes de Nathan con el cual debía reunirme en breves.

-¿Qué pasa esta vez señorita whyte?, le aviso estoy muy ocupado, tengo una cita en breves momentos, es más debería estar a punto de llegar, asi que por favor sea breve.

Como si fuera un presagio la voz de Juliet anunciaba la presencia de Nathan al otro lado de la puerta.

-Que pase, la señorita Whyte va a ser breve, y no es nada que Nathan no pueda conocer.

Nathan entró por la puerta mientras la señorita Whyte empezaba a darme los motivos de que había hecho mal esta vez, algo sobre irlanda, su prima y no se uqe mas.

La secretaria me permitió entrar y ladié una sonrisa al notar su mirada apreciativa. Es que hoy venia con fachada de ejecutivo muggle para aparentar mi futura mision en Francia. Comenzaría en territorio francés y luego iria recoriendo europa entera. Abrí la doble puerta y hallé al ministro sentado frente a un monton de papeles regados en el escritorio que no permitian ni ver el color de la madera de este. Parada a y derecha, estaba una pelirroja que hechaba humos. De inmediato dudé si mi visita era adecuada.

-Ministro Owen.



Owen levantó la mirada y puso cara divertida al verme.

-Vaya Hunt, veo que se toma su trabajo muy enserio. Deberia referirme a su sastre. -bromeó a la ligera.

-Es una fachada, como se ha dando cuenta. En realidad no es mi atuendo preferible. -Volví a mirar a la pelirroja. Nada mal la verdad, nada mal. No debia ser obvio asi que segui con distancia respetuosa.

-Disculpe los modales, Nathan Hunt, señorita...? -me introduje para apaciguar las aguas. No me atrevi a besarle la mano.

Owen dio un pesado suspiro. -Esta es Lillian Whyte, trabaj...

-Creo que me puedo presentar yo misma, ministro.- interrumpió la señorita cargada de dulce sarcasmo.

Escondí mi sonrisa como mejor pude, pero me pareció que la señorita se dio cuenta, mirandome por el rabillo del ojo.

"Presentemosla claro tras de que no me da importancia no puedo ni presentarme"

Me volteé extendiendo la mano al caballero, que cabe recalcar estaba de muy buen ver, para presentarme, viendo una sonrisa que el trataba de borrar, hice una expresión de fastidio

-Me llamo Lilliam G. Whyte, soy la encargada de la oficina internacional de magia de este país y gracias a un pequeño problemita con Irlanda necesito un momento de su atención jefe-

Dije soltando la mano del señor con cuidado y dirigiendo mi mirada casi maldiciendo por tener que hacerlo al ministro.

-Necesito que sepa que haremos un juicio, no quieren una conciliación lo que me extraña es que hasta hace unas horas lo deseaban pero ahora no, por que según ellos pueden haber algunas publicaciones que los ofenden, deseo saber si en algún momento se hizo alguna afirmación que pudiese hacerlos sentir amenzados-

Golpee con el tacón el piso como lo hacía siempre que estaba molesta, mientras miraba al señor presente, sin entender por que tenía que verme ahora que estaba que me llevaban los mil demonios, de otra manera habría conocido a una Lilliam más educada.

-Probablemente deba salir del país en estos días para atender ese asuntito-

Aclaré mi garganta para dar una breve interrupcion, esperando no molestar a la muy enfadada señorita.

-Estee... ministro, me da lo que me tiene que entregar. Debo ir a los archivos, ah por cierto, saben donde estan? Tengo entendido que los cambiaron de lugar la ultima vez que los vi.

Owen me cortó la mirada, captando lo que queria decir realmente: a la leona, la doma el dueño del circo, no los espectadores XD.

-Si, Hunt. Ah.. -un brillo burlon paso de refilon por la cara del ministro. Me la iba a devolver- .. pero que tal si la señorita Whyte aqui, lo acompaña? Como tiene mas tiempo aca, practicamente se sabe el edificio entero, a que si Lillian?

-Ministro, no creo que sea necesario molestar a la señorita con mas cosas que las que ya tiene. -trate de remediar. Las mujeres enojadas era un caso de SPM que no tenia el horario normal, segun mi experiencia.

Y ahora me mandaba de guía turística genial, maldito Owen a la de menos cometería una estupidez con tal de deshacerme de verle la cara y recibir sus ordenes.

-Por mi esta bien al fin y al cabo ya dije lo que tenía que decir, por cierto señor ministro no se si sabe pero mi prima es un poco sensible por aquello-

Dije mientras caminaba hacia la salida sin mirar de nuevo al ministro, pensé en Sari y las ganas de pelear con ella que tenía y las ganas de decirle que nunca iba a madurar, pero ya me encargaría de eso más adelante por ahora debía dejar de enfurecerme a mi misma pensando en mil cosas.

-¿Y a que se supone que se dedica usted señor Hunt?-

Empecé un intento de conversación, en el tono cálido que solía usar con todas las personas claramente excepto el jefe.

-Eh.. ah.. uhm.. -me quedé sin palabras tratando de ver como hacia para no revelar que soy Inefable. Me pasé una mano por el cuello tratando de cortarme la tension, y la otra trataba de hacerla ver casual metida en uno de los bolsillos.

-Eh ah uhm? Eso es interesante. No sabia que habian contratado interpretes para el idioma de los gigantes. Bastante impresionante, dejeme decir... -bromeo afilada la pelirroja. Alze una ceja divertido y cambie mi postura al caminar. Si ella bromearia asi conmigo, pues la iba a tratar como una colega mas. Me volvi a poner las gafas de sol al entrar al vestibulo.

-Domo dragones. -dije casualmente.

-Que? -pregunto ella al no oir bien, pues no alze mi voz lo suficiente. Me le acerque un poco, justo para tenerla bajo mi alta mirada.

-Que domo dragones. -le dije con el mismo tono de voz baja, jugando con ella. Antes de que pudiera captar el gesto y lo que le dije, me le aleje inmediatamente y camine otra vez hacia delante, dejandola atras.

-Entonces? Me llevas al archivo? -le semi grite en medio del gentio de espaldas y sin mirarla. Hoy estaba sonriendo ligeramente mas, para mis expresiones normales

"¿Y leonas?"

Pensé mientras lo veía alejarse en medio de la gente, no sabía que había en ese hombre tal vez era el misterio que me llama la atención, como diría mi madre, digan que daña y ahí va Lilliam a intentarlo, sonreí cuando escuche su grito y empecé a caminar, mientras el avanzaba.

-!Ey tu Dragon es por este lado!-

Dije adelantándome hacía el pasillo donde se encontraban los archivos que eran cientos, hace tanto que no iba por ese lugar desde mis primeros días en el ministerio, caminé sin fijarme si caminaba tras de mí, no estaba acostumbrada a esperar a nadie ni nada por el estilo, yo solo avanzaba por la vida de manera despreocupada.

Al sentirlo en mi espalda caminé rápidamente y luego me volteé.

-¿Que necesitas del archivo?-

-Mmm.. -reflexioné un poco tratando de que mi mision no sonara tan importante- solo enseñame donde estan los records de los mas buscados por razones no-criminales por el Ministerio. De ahi, me las puedo arreglar. -terminé atreviendome a guiñarle un ojo.

Lillian alzo una de sus peligrosas cejas, divertida. -Pues vamos a tener que subir escaleras. -me dijo volteandose otra vez y dirigiendose a la izquierda. Al final del pasillo sacó su varita y con varios movimientos descubrió un par de escaleras bastante espaciosas. Ella comenzó a subir por la escalera de la derecha y paró cuando se dió cuenta de que no la seguía. Desde unos seis escalones arriba miró hacia abajo, donde todavia estaba parado con mis manos en los bolsillos laterales. Desde donde estuve, la pude observar detenidamente. Sus zapatos estaban a la altura de mi cara y comenzé a subir la mirada por sus piernas, el inicio del final de su falda, como la tela rodeaba sus caderas, la camisa de oficina que llevaba puesta, los botones de esta, el escurridizo escote que anunciaba el preludio de su cuello, su pelo cobrizo suelto, y por ultimo, su cara.

Cara, que tenia una expresion no tan dificil de interpretar, pero que apostaba que era algo nueva en ella. Supe por su firmeza de comportamiento, que Lillian Whyte no era de las mujeres que se sonrojaban como tomates por la clase de examen visual apreciativo, pero sublime, que hice. Ladeé una sonrisa tranquila y juguetona, porque en vez de seguirla por esa escalera.. subiria por la otra, que estaba al frente de ella.



Le di la espalda, sin hacer ni un amago en mirarla. Sabia que tenia toda su atencion y oiá que subia al mismo tiempo que yo, ademas de que le estaba dando cierta libertad porque hombre, hay que ser caballeros, no?

Lillian Whyte era de las pocas mujeres, que se sonrojaban cuando no las veias.

Reí entre dientes y llegué al piso que necesitaba. Ahora tendria que caminar hacia ella porque el registro que necesitaba estaba de su lado.

Ah, una batalla de miradas y otro examen visual... que sacrificio

[off: Lillian, por favor postea. No hemos terminado...]

[off: sorry sorry/off]

No recordaba cuando había sido la última vez que había tenido que observar esa mirada posarse en mi, en todo mi cuerpo de esa manera, ladee un poco la cabeza, yo nunca le demostraba a las personas mis sentimientos, ni nada por el estilo, la verdad con el paso de los años estos se habían vuelto un poco menos presentes, así que no había mucho que hablar de ellos.

Pero si bien era cierto, esa mirada había sido tal vez capaz de demostrarme que aún habían algunas esperanzas, al menos de pasarla bien, en el ministerio, rodee los ojos divertida, mientras el subía las escaleras a un lado de las mías.

Mire hacia un lado tratando de calmar todo ese montón de estupidas emociones que no sentía desde el colegio, al acabar las escaleras se movió hacia mi lado con cautela, con un paso lento, seductor, que demostraba que no solamente domaba dragones, sino que sabía como controlar perfectamente una situación.

Cada paso que daba hacía mi, lo hacía con una sonrisa no de felicidad, sino de seguridad, eso me recordo que para mi jodid* desgracia me encantaban los hombres con esa altanería, por un momento quise bajar la mirada casi por no saber como soportar el peso de la suya, pero esa pequeña que bajaba miradas había crecido, ahora sabía que en estas cosas había que demostrar que yo también podía tomar las riendas de la situación.

Cuando estuvo cerca de mí, le sonreí de lado, y baje mi mirada de sus ojos hasta su nariz que era delicada y muy perfilada, y luego a sus labios, que eran.....

-Creo que hemos llegado aquí es donde se guardan los expedientes de los mas buscados por razones no-criminales por el Ministerio-

Dije cargada de seguridad, pero al voltearme me di cuenta de algo que haría que la seguridad se me fuera por un lapso de dos segundos al suelo, ya al final del pasillo derecho del archivo, detrás de una pequeña puerta era que se hayaba el compartimento de seguridad de todos los casos de record tanto criminales como no. Y este había sido encantado para que no más de 1 persona entrará, por lo menos no al mismo tiempo, así que conforme había seguido caminando el pasillo se estrechaba, me mordí un labio antes de voltearme.

-Debes pasar tu solo, pero estaré aquí esperandolo si así gusta-

Tuve que arrecostarme por completo a la pared para hacerle espacio a Hunt, y ahora debía comportarme lo suficientemente fría cuando el tuviera que pasar técnicamente arrecostandose a mi cuerpo para abrirse paso hasta la puerta del archivo.

Era mi oportunidad de devolverle el pequeño sonrrojo que me había hecho pasar, asi que con un movimiento de manos le indique que debí pasar tan cerca de mí como era posible para llegar hasta donde debía, le sonreí mientras mis ojos indicaban lo divertido de la situación para mí.

"A ver domador, que tal te va con esto"

You know that

I'm an employee
I have a degree
I'll fulfill your need
I will make you bleed
I'll rise to the top
Best one on the team
Kill outside the box
Hold you as you scream

I'll divide you into pieces
Sell them back and raise the price
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