Espacio Ocasional

Desde la habitacion habia visto una sombra negra que caminaba hacia el bosque, primero pense que era una ilusion, pero tras cerrar el aburrido libro de historia y seguir viendo aquella sobra decidí ir por ella, aunque imaginaba que no encontraría nada allá. Cogí el abrigo y sali.
Encontré a mi sombra en el lago, aunque no era como esperaba, ya que vestía un vestido negro y tenía un largo cabello atado, callado y quieto, Arystar parecía esperar a alguien,asique me acerque a preguntar.

-¿Quien es?

-¿Se puede saber que haces aquí fuera quieto con el frío que hace?! Encima con ese vestido negro... ¿No crees que deberías volver al castillo? O...¿estas esperando a alguien? -sonreí maliciosamente-

Escuché una voz muy conocida, la cúal luego de un rato pude identificar. Se trataba de la prefecta Lirencia, la cúal estaba en el mismo curso que yo. Sin decir nada, me quedé quieto continuando con mi meditación y tranquilizandome un rato expulsando aire por mi boca y a la vez inhalando desde mi naríz. Después de unos minutos, noté que seguía ahí esperando una respuesta. Simplemente me limité a decirle, tornando mi cabeza en la dirección donde se encontraba y abriendo mis ojos lentamente para verla mejor.

-¿Te vas a quedar ahí todo el rato? Sientate, porfavor.-

Le invitaba a sentarse al lado mio, en el suelo, pues era el único lugar que había para descansar. Mirando el lago, aún con postura de meditación, notaba que estaba un poco más limpio de lo normal y los peces que le habitaban estaban bastante alborotados. Miré el muelle que estaba en la cima de la colina y noté que estaba congelado del todo. Las algas que estaban asomadas a lo largo del lago también se encontraban congeladas. Era un suceso bastante extraño. Al ver que Liren se sentaba a mi lado como le proponía decidí responderle a su primera pregunta con algo de mala gana y una cara de pocos amigos.

-No estoy esperando a nadie. Mucho menos pienso volver al castillo, estoy en mis momentos de relajación. ¿No tienes nada que hacer?-

Le decía levantando una ceja y mirandola friamente con unos ojos desafiantes. Sin duda había sido un poco duro con ella y no se merecía para nada ese maltrato. Simplemente le dije para devolverle un poco de ánimos y no parecer tan frío como siempre.

-¿Quisieras acompañarme?-

Me sente donde dijo, pude notar el humedo del cesped, y un escalofrio me recorrió, deberia haberme cogido mas abrigo, eso me pasa pro salir corriendo.
Me fijé en el paisaje, la lloviz,a y a Kro, intenté imitar su postura, pero al mover los pies me caí, decidi quedame quieta para evitar molestarlo mas.

-No estoy esperando a nadie. Mucho menos pienso volver al castillo, estoy en mis momentos de relajación. ¿No tienes nada que hacer?-

Dijo levantando una ceja y mirandome con ojos raritos, la verdad me sorprendió su respuesta, pense que si las miradas matasen esa quizas no, pero tirarme de un puente si podria.
''uuuuhh parece que este esta de mal humor... que le habrá pasado?''

-¿Quisieras acompañarme?-

Le mire con cara extrañada, bipolar pensé, o quizas un mal dia, mejor no preguntar.

-¿Acompañarte? Pffff, eso no es lo mio, soy incapaz de quedarme quieta con los ojos cerrados, prefiero saber que pasa a mi alrededor. Tu sigue con lo tuyo, no te preocupes por mi, me gusta ver el lago, lástima que haga un mal dia.

Me agarre las piernas y vi lo que era el lago, con la llegada del invierno, todo se iba congelando poco a poco, un bonito paisaje; con el hielo, todo se quedaba quieto, y de esa manera era facil de distinguir que era real y que no. No habia sitio para la confusion.

-Bendito otoño Suspiré

Evitando así una sonrisa y una risa por su actuación ridícula de querer hacer lo mismo que yo, pensé en lo que podría hacer mi madre en estos momentos. Talvez sería mejor hacer otra cosa, teniendo en cuenta que tengo otra "acompañante". Sin duda alguna luego de que terminase su parloterio y dejara de moverse, abrí los ojos nuevamente. Estaba un poco relajado, pero si el dolor volvía, ella se tendría que hacer cargo de mí. Suspiré justo después de ella y le dije mientras limpiaba un poco mis ropas.

-Amo este clima. Es simplemente... Perfecto.-

Me levantaba de golpe y tomaba mi traje negro nuevamente. Estiraba mi mano hasta donde se encontraba y esperaba que la tomara, pero al parecer estaba muy atolondrada o algo por el éstilo. Le dije para que prosiguiera a tomar mi mano y pudieramos caminar un rato.

-¿Vas a quedarte ahí? Ven conmigo, talvez te interese.-

Pues mi intencion era mostrarle algo que había encontrado cerca del lago. Era un poco agresivo, pero con los métodos suficientes para calmarlo, me obedecería sin duda alguna. Sosteniendo mi hamaka negro con mi mano disponible, esperaba alguna respuesta de la prefecta.

-Amo este clima. Es simplemente... Perfecto.

Asenti en silencio, me quede embobada mirando al otro lado del lago, algo que parecia un hombre con sobrero y capa, al ver que Kro no se movia, pensé que debia de ser algo sólo mio, el hombre caminaba preocupado, de un lado a otro, como si esperara impaciente algo. Observé, preocupada, esperando que haria mi mente para intentar engañarme esta vez.

Se levantó, pero no me fijé en que me tendia la mano, el hombre del sobrero se tropezó con su capa y cayo al suelo, cerré los ojos, y desapareció. ''Maldita cabeza, un dia alguien se caerá y no me daré cuenta''

-¿Vas a quedarte ahí? Ven conmigo, talvez te interese.

Salí de mis pensamientos, recordando que no estaba sola, mire a Kro que me tendia la mano, sospechoso, pensé, sin embargo con eso de ''Tal vez te interese'' definitivamente me encantó, demasiado curiosa, a mi todo me interesa.

-Vale, vale voy - me levanté- A dónde iremos?

Con tal de salir de mi helado asiento, y escapar de la vision del hombre, acepté la invitación, curiosa de eso que ''Tal vez me interese''

Sonreí maliciosamente en cuanto me preguntó a donde iríamos. Mientras se levantaba, observaba fijamente el muelle. Sin duda alguna ese sería el destino, pero no solo eso. Cuando terminó de levantarse, empecé a caminar con rumbo hasta el muelle, que a simple vista era fácil de notar, pero en realidad quedaba bastante lejos de donde estabamos. Me dispuse a contestarle luego de un rato, con una voz seria y aterradora a la vez, aunque nuna ha sido mi intención asustar a alguien mediante la voz.

-No está en la naturaleza de un mago como yo, revelar las cosas antes de tiempo.-

Devolviendo así mi vista al muelle y caminando sin esperar respuesta alguna. Mientras iba caminando señalaba el lago hasta el fondo, donde se podía ver a simple vista algunas criaturas lanzarse a la atmosfera como delfines para llegar nuevamente al agua. Me interesaba mucho la herbología y era uno de los propositos por los que caminabamos por la orilla. Al llegar hasta el muelle, le extendí nuevamente la mano a Liren. En cuanto esta la tomó empecé a bajar hasta el agua bruscamente sin tocarla obviamente.

-Talvez quieras tomar un poco de aquellas plantas. Cuidado. Normalmente se mueven mucho.-

Indicando a unas plantas verdes que estaban pegadas a la orilla y sería un poco dificil llegar sin empaparse un poco. Me disponía a hacer lo mismo, pero sin importarme si me mojaba o no.

-No está en la naturaleza de un mago como yo, revelar las cosas antes de tiempo.

Caminando por el borde del lago me preguntaba que habria que ver, no se veia nada alrededor, y en aquel claro todo se veia igual que siempre. Caminando me fijé que era lo que me señalaba
unos bichitos, que no conocia el nombre, pequeños que salian y volvian al agua, como si lo necesitaran, extraños animales,pensé, me pregunté que serían, pero viendo como mi acompañante no quitaba la vista concentrado, decidi dejarlo para buscar mas adelante o preguntar que serian los animalitos.
Cuando llegamos al muelle, me tendió la mano, se la cogí y fuimos bajando hacia el agua, señaló algo y dijo:
-Talvez quieras tomar un poco de aquellas plantas. Cuidado. Normalmente se mueven mucho.-

-¿Qué son? no parecen comestibles... aunque parecen lechugas.

las mire mas detalladamente, fui a coger una, pero antes pensé en eso de que ''normalmente se mueven mucho'' plantas... ¿Moviendose? algo me dijo que no debia cogerlas, pero si que intenté con cuidado hacercarme mas, levantando la capa para mojarla lo menos posible me acerqué.

Si las quiero coger, y dices que se mueven... Deberia tener cuidadito no, esto me da mala espina-
Sonreí, y mire a mi guia de lechugas.

Extendiendome rapidamente hasta un pequeño grupo de las plantas o mejor conocidas como Branquialgas. Anque usualmente estas no se movieran de donde están y más bien era una mentira, quería solamente ver la reacción de la mujer que me acompañaba. Practicamente muriendome de la risa, aunque conteniendola para no demostrar nada, me acerqué cuidadosamente a ella con mis branquialgas en mano.

-Que ingenua.-

Le decía al oído para luego empujarla al lago, el cúal no estaba tan frío como parecía, pues ya me había metido antes a buscar algunas cosas en el fondo. Lastimosamente no pude cumplir esa tarea, pues necesitaba respirar y para eso eran usadas las Branquialgas; las necesitaría si quería descubrir lo que yacía en el fondo del lago. Al ver que se mojaba, no pude evitar soltar una enorme carcajada, tomando las branquialgas que no fue capáz de arrancar.

-En realidad lo que las mueve es la marea. Estas plantas no se mueven por sí solas y se llaman branquialgas.-

Me quedé mirando, aunque por compasión decidí ayudarla a llegar de nuevo a tierra firme. Me pareció un acto muy diabólico, aunque no me importara en lo absoluto. Me senté en la orilla esperando que esta se secara o en su defecto, me matara.

-Que ingenua.-

''¿Qué?'' Plof, al lago, de boca, cai sobre las lechugas, sobre mi cabeza pasaron, ademas del agua del lago, mil y una palabras, que decir a la vez, pero que callé en mi mente para evitar problemas.

Riendose de mi, cogio las lechugas sin problemas y dijo:

-En realidad lo que las mueve es la marea. Estas plantas no se mueven por sí solas y se llaman branquialgas.-

''Marea...marea... ni marea ni leches!, ayy branquialgas, debia habermelo imaginado, lo dimos hace poco en herbología, odio esa clase... pero en estas circustancias me hubiera enido bien acordarme''

Seguia tirada en el lago, ya calada por completo, con frio, cada vez mas, mi compañero se debio apenar de mi y me ayudo a salir, todavia seguia con su sonrisa taimada, sali afuera, ya no por frio, pues no sentia nada de orejas para abajo, sino por mi ropa, la cual tendria que ir corriendo a lavar, pereza...

-Al menos podrias ayudarme en algo no?
Gruñí

Mientras sacaba las branquialgas de el pelo, y agitaba mi tunica, él se quedo quieto mirandome, definitivamente no iba a consguir ayuda de él, busque en mi tunica la varita, no estaba.
Me asusté, y comence a agitarla y a buscarla por todos los bolsillos, esto hizo, que el espectador, se rió aín mas, refunfuñé y me acerque al borde, ahi estaba.
Menos mal que me acordé de ella, sino la habria olvidado, la agite sin decir nada, para intentar secarla rápidamente.
Curioso, Kro se acercó preguntando que pasaba, con mi varita en mano me giré y grité: Aquaeructo, mientras me reía le salpicaba con las piernas todo lo que podia.

-JÁ, porque sea prefecta no quiere decir que sepa vengarme de cuando me atacan, y recuerda este dicho: Quien rie último rie mejor.
Sonreí, satisfecha de mis acciones, aunque a la vez apenada de tener que ir a secar la ropa, y tener que explicar por el camino, la fuente en la que me había convertido.

Suspiré, y miré con miedo a Arystar, el cual... mejor no decir la expresion que tenia, realmente asesina

Al ver que estaba totalmente mojada y llena de algas en su cabeza, no pude evitar soltar una carcajada, aunque en verdad esta fuera falsa del todo. Suponía que era momento de recibir mi merecido, así que me dispuse a esperar que se le ocurría a la maravillosa prefecta de Gryffindor. Luego de ayudarla a salir del agua mientras se quitaba las branquialgas del cabello y agitaba la túnica, talvez para secar un poco su vestuario de la cantidad de agua almacenada en su tela. No pude evitar reirme al ver como desesperadamente buscaba su varita y no podía encontrarla por ninguna parte. La veía a lo largo del lago, por lo que esta tornó su vista hacia el lugar, viendo que se situaba allí, en la orilla del lago. La tomó y la secó al agitarla rapidamente, sin duda alguna estaba a punto de realizar un hechizo, pues había replicado las palabras de un conjuro que crea agua mediante la varita. Sin duda alguna antes de que esta chocara contra mi cuerpo saqué mi varita de mi bolsillo y repliqué las palabras.

-Impervius.-

Notaba que cantaba victoria antes de tiempo y se reía, pero en realidad el hechizo recién creado me había ayudado a amortiguar la cantidad de agua lanzada sobre mí. Como un ganador me lancé sobre ella, con una cara muy seria y la miraba fijamente a los ojos con una cara de pocos amigos. En un acto bipolar y bastante extraño, tomaba su mano derecha con la mía, debilmente. Le daba un giro a su cuerpo como si estuviesemos bailando tango y hacía que perdiese el equilibrio, metiendo mi pierna entre las suyas.
Lirencia caía inmediatamente sobre una enorme cantidad de hojas, sin darse un golpe o movimiento brusco, puesto que la ayudé a recostarse. Me senté a su lado mirandola fijamente a los ojos y le decía nuevamente.

-Quieta te ves hermosa.-

Con un tono irónico y sin quitar la vista de ella. Sostenía las branquialgas en mi mano derecha y le preguntaba nuevamente, tornando mi mirada hacia lo más profundo del lago. Mi intención era otra y no era simplemente hacerle una maldad a nadie.

-Ahora que haz provado el estado y clima del agua, ¿Me acompañarías al fondo del lago? Sé que después de esto no tengas muchas intenciones de ayudarme, pero sería un gesto bonito de su parte.-

Aún guardaba para mis adentros el porque de no dejarme mojar cerca a este lago, pero sin duda era una razón oscura y un profundo secreto.

Después del fallo de mi ataque, vi como quien debería estar mojado, y perdonado, se abalanzaba sobre mi hasta tirarme al suelo. Una vez mas, había perdido y quien estaba tirada era yo.

-Quieta te ves hermosa-

Sucias palabras, Quieta y hermosa no puede ir junto, y menos si se refieren a mi, lo quieto no es hermoso, y para mi, el estar quieta era peligroso y señal de alerta, por eso entre molesta y ruborizada por sus palabras aparte la mirada que sostenía sobre mi e intente incorporarme hasta quedarme sentada a su lado

me hizo su propuesta, cada vez sosechaba mas, y mi radar de peligro tras 2 accidentes ya decía que parara, sin embargo la curiosidad pudo conmigo.

-¿Para eso querías las branquialgas? No esmejor el casco burbuja? Ummm bueno, por mojarme un poco mas no importa, pero que es lo que hay que buscar? Entiende que tras tantas caídas quiera asegurarme de lo que vaya hacer

Sonreí, ya harta de juegos, esperando su respuesta al motivo del porqw estaba en el lago

Se sentó y me miraba para hacerme una última pregunta. Sonreí al terminar de escuchar su pregunta. Aún notaba un poco de desconfianza hacia mí, era muy obvio y no le pedía que me entendiera. Simplemente me interesaba su ayuda y mostrarle algo interesante. Me dispuse a contestarle, mientras me levantaba y miraba fijamente el fondo del agua, el cúal estaba un poco opaca.

-El casco Burbuja puede ser facilmente contrarestado por aquellas críaturas en el fondo del lago. Ten por seguro que no te pasará nada. Simplemente bajaremos al fondo del lago y buscaremos algo que yace dentro del mismo. Si no me quieres acompañar, pues bien. Simplemente intentaba pasar un buen rato contigo.-

Decía y aunque lo último dicho era falso, podía sentir muy dentro de mí que habían intenciones similares. Me posicioné en la orilla del lago y rapidamente pasaba unas branquialgas hasta mi boca. Las demás se las pasaba a Lirencia con un movimiento rápido, mientras que tomaba fuertemente mi cuello, pues estaba sintiendo un intenso cambio en la piel que se situaba allí. Caí al lago algo despavorido, pero pude notar que tenía los aspectos de un pez. No tenía que preocuparme por mi ropa, pues mi hamaka negro ya estaba fuera en la superficie y era lo que me importaba. Solamente esperaba que Liren se introdujera al agua conmigo, pues este efecto solo duraría una hora completa.

Me sorprendió la idea, la veia realmente extraña, para buscar algo en el lago, ademas de que me lo dijera a mi que era prefecta, esto me hizo pensar que no sería nada peligroso. Asique dejé a un lado el poco sentido del cuidado y precaución que tenia. sin embargo la idea de las branquialgas no me gustaba, conocia los efectos, pero no veia para nada divertido el tener que tomármelas, y nada de que hablar con lso cambios que sufririá por ello...No veia nada atrayente la idea, cuando me dio las branquialgas, las mire realmente con repulsa, quise preguntarle mas cosas sobre lo que habría que ver abajo, y mas aún sobre eso de ''Criaturas'' que pudieramos encontrarnos allá abajo... demasiadas preguntas.

Mire fijamente las branquialgas, parecian ancas de rana, un escalofrió me recorrio el cuerpo, deje la túnica colgada de un arból, quedandome solamente con la camisa y pantalón del uniforme, y sin pensarlo me tomé la dichosa lechuga, y asqueada comencé a maldecir para mis adentros mientras notaba que me ahogaba. Asique fui como pude, algo torpe hacia el agua, donde una vez alli la sensacion de estar junto al agua se hacia realmente maravillosa, sin decir el echo de poder respirar, y ver perfectamente, ya no me importaba si algun image veniá a asustarme o si un bichejo del lago me atacaba, disfrutaba inocente del momento, pero me di cuenta que lo hacía por alguien, que me pidió buscar algo, algo curioso y quizás extraño, asique acercandome a Arystar le pregunté emocionada,

-¿Qué? ¿Empezamos a buscar eso que dices? o ¿prefieres explicarmelo antes de sumergirnos?

Me introduje al agua con una cara de fastidio. Ya tenía experiencia acerca de las branquialgas, y siempre he tenido en mente que el solo hecho de comermelas para obtener aletas y branquias, es repugnante. Pero si quería obtener aquel paquete, el cúal protegí del agua con un conjuro antes de llegar, necesitaba sumergirme en el fondo del lago y tomarlo hasta la superficie. Sin duda alguna necesitaba la ayuda de Lirencia, pues ella sería el señuelo perfecto para tomar el paquete. Noté que porfin se había decidido a tomar sus branquialgas y introducirse en el agua. La veía bastante sorprendida por el efecto de aquellas plantas y debo admitir que es impresionante el solo hecho de poder respirar en el agua y moverte a gusto. Se acercó como un delfín y me preguntó algo. Sin duda alguna le respondí de forma breve para ponernos en acción.

-Te explicaré el plan. Necesitamos tomar un paquete que es custodiado por unas criaturas marinas, bastante inofensivas. Simplemente necesito que vayas hasta el paquete mientras yo te cubro. Sé el conjuro perfecto para derrotar a aquellos animales.-

Con un gesto de manos, le indiqué donde era el lugar al que debíamos ir. Luego con otro gesto, le guiñaba el ojo y como un tiburón me impulsaba hasta el lugar con intención de empezar a detener a las criaturas marinas. Se trataban de unos pequeños pulpos y algunos tritones, los cuales custodiaban el lugar. Tomé mi varita ya en mano con fuerza y apunté a los animales replicando las palabras.

-¡Jaulío!-

Rapidamente con un movimiento de varita todas las criaturas se reagrupaban en un mismo lugar, haciendo que la jaula los atrapara a todos en un instante. Sin duda alguna el camino estaba despejado y podía ver como Liren se acercaba al paquete blanco y lo tomaba. Así satisfactoriamente esperaba su llegada hasta el punto donde me encontraba y poder liberar a las criaturas de su cautiverio antes de que llegen a nosotros.

Siguiendo las ordenes, nadaba como podia hacia abajo, no me acostumbraba a lo de respirar, y aveces me olviadaba, pero poco a poco fui acostumbrándome a aquellas aguas sucias, pero que dejaban ver bastante bien alrededor, me sorprendió ver un grupo de bichejos acercándose a nosotros, pero pensando que quizas solo me lo imaginaba, decidi ignorarles y seguir descendiendo, gracias a las branquialgas podia respirar mejor, pero sin duda cuanto mas abajo la presion se notaba mas y se hacia mas complicado bajar poco a poco.

Cuando vi el fondo, me costo distinguir que era aquello que buscaba, un paquete, algo impermeable, pensé, como una cajita o algo similar, para mi sorpresa, vi como Kro me señalaba hacia la derecha, donde algo blanco estaba alli. me acerqué a cogerlo, y cuando lo tuve en la mano vi como un triton se acercaba velozmente hacia mi pero no con cara de amigos, pensé que era una ilusion, asique le ignoré y me quede mirando haber que haría, curiosa.

Realmente me asusté cuando rapidamente vi como Arystar se abalanzaba sobre el bicho apartándolo de mi como podía, solo entonces desperté y me di cuenta que aquello no era solo mio, sino real, y un pequeño panico me inundó, grité pero por muchas branquialgas solo quedo en un grito ahogado, entonces me asusté, odiaba los sobresaltos me aterraban, y este sin duda era uno de los grandes. me quede flotando agarrando el paquete entre los brazos, y anonanada veia la escena, Kro parecia hacerse con la situacion, y me indicaba que subiera.
Entonces desperté y rabiosa nadé rapidamente hacia la superficie, mientras tanto solo me repetia idiota,idiota,idiota en la cabeza, una vez cerca de la superficie me relaje disfrutando de la experiencia, olvidando el engaño que me habia echo a mi misma y de haber estado sola, hubiera sido mas que un saludo de parte del tritón.

Suspiré, intentado tranquilizarme, minetras esperaba que Kro se acercara a donde yo me detuve, cerca de donde dejamos la ropa, para saber que era lo que llevaba en las manos, unica cosa que me ataba entonces allá

Aún en el agua podía notar que Lirencia estaba siendo acorralada por un tritón, el cúal no tenía una apariencia muy amable o así mis ojos respondían ante su imagen. Como un torpedo me dirije hasta el lugar donde estaban los dos individuos y realicé el hechizo desmaio, muy facilmente y sin pronunciar una sola palabra. El tritón rapidamente era impulsado por el agua inconciente, mientras ayudaba a Lirencia a subir un poco a la superficie. Notaba que los tritones dentro de la Jaula se encontraban furiosos e intentaban romper su encarcelamiento como podían y de diferentes maneras. Sin duda alguna me alejé un poco y me acerqué a Liren, la cúal estaba un poco extraña y no se movía. Al cabo de unos segundos le indiqué que tenía que subir, esta asentió y como una endemoniada se impulsó hasta la superficie con mucho éstilo. Me quedé reteniendo a los tritones, pero al parecer habían logrado romper la jaula con fuerza bruta. Aún esperando que se acercaran, todos vienieron en manada como una banda de toros enfurecidos. Supe hacer un conjuro que me ayudaría mucho en ese momento, aunque ya había pasado bastante tiempo desde que comí las branquialgas y Liren subió a la superficie.

-¡Reducto!-

Un enorme destello luminoso se dirijió hasta las criaturas, sacandolas de combate con un enorme golpe que llevaba a la perdición de muchas. Con dificultades respiratorias, pues ya estaba acabando el efecto de las branquialgas, subía rapidamente al aire fresco, logrando así salvarme de la muerte y volver a respirar en la atmosfera. Notaba que Liren estaba un poco preocupada y mirandome como me acercaba al lugar. Tiré mi pelo hacia atras completamente y este tranquilamente llegaba hasta la espalda, para así salir a tierra firme y recostarme en la superficie. Luego de unos segundos de descanso, tomé el paquete rapidamente y comprové su estado. En verdad estaba bien y era un gran alivio, pues este paquete significaba mucho para mí. Lo dejé a un lado por un momento y me acerqué hasta Liren, dandole un abrazo. Replicaba unas palabras, con una enorme emoción, la cúal podía ser calificada como falsa o verdadera en ese momento.

-Me alegro que estés bien. Te agradezco mucho este gesto. Fuiste de gran ayuda.-

Dijé ayudandola a levantar del suelo y buscando mi mochila cerca de un árbol para sacar dos toallas. Una se la pasé a la chica y otra me la quedé yo mismo. Era necesario cambiarnos y también debíamos abrir el paquete, pues tanto como yo y Liren queríamos comprovar el contenido del mismo. Le indiqué a Liren que se sentara en un tronco caído cerca del lugar, mientras que tomaba las pertenecias distribuídas por el suelo y me acercaba hasta allí. Ponía el paquete entre dos rodillas, y empezaba a abrirlo con cuidado. Y no pude evitar soltar un grito de victoria, pues el Soba y el Mitarashi Dango que se situaba allí estaba en perfectas condiciones.

-¡Lo logramos! ¡Tenemos lo que necesitaba! Por ayudarme, ¿Quisieras cenar conmigo?-

Le decía con una sonrisa, estaba bastante emocionado con el solo hecho de tener la comida que tanto me gustaba en mis manos. Aunque estaba seguro que su reacción no sería la mejor, pues arriegamos nuestra vida por mi solo proposito de placer. Esperaba que no lo tomara a mal, aunque no me importara, para así empezar a comer de una vez, no podía aguantar las ganas de comer.

-¡Lo logramos! ¡Tenemos lo que necesitaba! Por ayudarme, ¿Quisieras cenar conmigo?

Me quedé con la boca abierta cuando vi el contenido del paquete. Comida,comida,comida, pensando en todo el lio que habiamos montado, que mi cabeza podria ser descubierta, y el baño de agua ropa y deforme incluida, no pude aguantar, me levanté de la ''silla'' y exploté

-COMIDA! ¡Todo esto lo hicimos por comida! vengo preocupada, pensando que pasaba algo, me callo, veo al tio del sobrero, me dices que busquemos nosequé, y me engañas para tirarme al lago, y luego intentas convencerme para que me coma las cosas esas...!!
Y todo fue por comida? AAAAAAAAH! -grité mientras me frotaba la cabeza con fuerza rabiosa, respire hondo intentado tranquilizarme, ya que no estaba acostumbrada a enfadarme de esa manera, me froté los ojos mientras Kro me miraba curioso de mis reacciones, parecia que se esperaba mi reacción.
''Normal, asi se enfada a cualquiera''
Suspiré,he intenté tranquilizarme, cansada me desplomé en el tronco, tirándome para atrás, mientras Kro seguía comiendo.

-¿De todas formas que se supone que es eso? Dirás tu que es comida, pero yo no he visto eso en mi vida.

Suspiré de nuevo y me sente como es debido en el tronco.

-¿Al menos me dejaras probar algo no?

Sonreí cansada, al fin y al cabo el me invitó a bajar, y perfectamente podria haberme negado a ir con él, por mera curiosidad bajé, asique me lo merecía, si ya me lo decía Sor Brígida, La curiosidad mató al gato, y yo al fin y al cabo no dejaba de ser un gato.

Sonreí, mientras que con un destello de luz, de mi varita una enorme llama cubrió una parte del suelo. Haríamos una fogata si así queríamos cocinar y comer bien el Mitarashi Dango. El Soba no se comía caliente, pero de todas formas lo mantenía un poco cocinado. Con mucha tranquilidad, dejé la comida calentando un poco mientras miraba a Lirencia. Sin duda alguna estaba a punto de estallar, o más bien, estalló. Empezó a hablar babosadas acerca de lo recién dicho, y yo con una tranquilidad abstracta la miraba fijamente. En cuanto se calmó y dejó de hablar, me dispuse a contestarle breve y consiso.

-¿Terminaste? Lo importante es que me ayudaste. Significa que en el fondo sientes algo de afecto por mí.-

Soltaba una carcajada y una sonrisa falsa, prepotente y algo inusual en cuanto a mi personalidad natural. Noté que se tiraba del tronco, mientras yo tomaba la comida, recién terminada. Dentro de la caja, estaba la salsa y los complementos del Soba y del Dango. Simplemente me acerqué a Liren la cúal estaba boca arriba y le pasé un palillo de Mitarashi Dango para que lo probara. Sin duda alguna le encantaría aquel sabor a pulpo con harina y salsa agridulce de caramelo. La mejor parte la dejaría para el final, mientras que tomaba otro palillo y empezaba a comer. Mientras comía, le pregunté a Lirencia.

-¿Que te parece?-

Dije sonriente y con los ojos cerrados. Estaba muy satisfecho con la comida, pues hace varios años que no los como en su totalidad.

Comida ▲:

-¿Terminaste? Lo importante es que me ayudaste. Significa que en el fondo sientes algo de afecto por mí.-

Le miré curiosa, ''afecto'', nunca veo ala gente tras los sentimientos, siempre pensé que a las unicas personas que me ataban eran los de Wick, pero nunca llegué a entender porqué. Mi vida en el castillo se basaba en estudiar, leer, dormir y descubrir, nunca intenté hacer mucha amistad con nadie, ni siquiera con el resto de prefectos o mis compañeras de habitacion. Me parecío curiosa su escusa, asique sonreí y cogi el palo con bolitas que me daba.

-Bueno, pero que sepas que esta te la guardo.

Antes de comermelo lo vi curiosa, parecia algo dulce, pues olia como tal, pero a la vez tenia un olorcillo realmente extraño, en cierta parte me asqueaba el no saber de que estaba echo, y no me atrevia a comérmelo, Arystar parecia que le gustaba mucho, pero para mi, era realmente extraño, no paraba de darlo vueltas, y casi se me resbala de la mano y me cae en la tunica, el ser Gry significa tener un gran honor y ser valientes, eso tambien se contaba cuando tocaba experimentar cosas nuevas, asique cerre los ojos y lo probé.

-Que raro... es dulce pero en el fondo no... nunca probé nada asi, como se llamaba esto?

Sorprendida me terminé el resto de bolas y tiré el palo a la fogata.

-¡Un momento! ¡No se pueden hacer fogatas, deberiamos tener cuidado que nadie vea el humo y apagarla pronto, es peligros encender fuegos en el bosque!

Terminaba de comer mi palillo, practicamente babeando por el delicioso sabor y aroma del Dango que se derretía en mi boca y pasaba por mi garganta hasta mi estomago. Estaba en un mundo totalmente alejado con la comida y yo, simplemente no me concentraba en nada más. En cuanto terminé de desgustar y adorar el palillo, noté que Liren se encontraba observando y examinando el Dango con mucha dificultad y concentración. No entendía muy bien el porque de sus acciones pero aún esperaba que lo comiera rapido para seguir con el Soba. Finalmente se disponía a comer poco a poco mientras replicaba unas palabras con una cara extraña.

-Mitarashi Dango.-

Le dije con un tono frío y rígido. Pareciese como si estuviese con un dolor en el pecho, pues me estaba apretando fuertemente la camisa en mi pectoral derecho. En verdad tenía un fuerte dolor, resultado de la falta de tranquilidad o talvez estoy muy emocionado como para mantenerme sano. Escuché su propuesta de apagar la fogata, y como era debido, afirmé con la cabeza pues no estaba en condiciones de escapar. Rapidamente guardé la comida restante y apagé la fogata con algo de agua. Terminé de empacar todo y me acerqué a Lirencia con todo lo necesario en mano y un poco adolorido.

-Será mejor que nos marchemos. ¿Aún quieres más? Podemos comer mientras caminamos de regreso.-

Le decía, tomando su mano y ayudandola a levantarse para empezar nuestro trayecto hasta Hogwarts, aunque el recorrido sería largo, puesto que no me puedo mover con facilidad y hay una gran distancia entre el castillo y el Lago Oscuro donde nos situabamos.

-No gracias, se acabaron las experiencias extrañas por hoy, sera mejor que nos vayamos ya si, empieza anochecer y no es facil ver en la oscuridad.

Mientras ibamos caminando me fijé que Arystar habia vuelto a la expresión seria con la que le vi por primera vez sentado con su meditacion, pero esta vez la cara que tenia era mas seria, como de dolor, recordando la primera respuesta que obtuve de el no quise preguntar nada, y seguí caminando hacia el castillo en silencio intentando pensar en algo que me distrajera. Recordando lugares, recordé que ya pronto se acercaba la navidad, y el csatillo se quedaba bastante silencioso ya que muchos salían del castillo para ir con sus familias, un año más, no sabia si volver o no a Wick, sumida en mis pensamientos suspiré, y vi como Kro parecia que andaba peor que antes, asique le pregunté preocupada, y sin preocuparme de una respuesta borde de su parte, si lo haría le contestaría bordemente, porque a autista nadie me gana.

-Ey Arystar,¿ estás bien? parece como si el baño te hubiera sentado mal o algo asi.

Con conduciamos por un sendero y como rumbo el maravilloso castillo de Hogwarts. Sin duda alguna el dolor iba de mal en peor y al parecer el Mitarashi Dango no sirvió de nada para la tensión. Mientras más caminabamos el dolor seguía aumentando completamente. Me ví obligado a aguantarme por medio de sollozos. Al cabo de un tiempo pudimos ver a simple vista Hogwarts, pues ya habiamos caminado bastante, un gran alivio para mi persona. Escuché que Liren replicaba algunas palabras. Parecía preocupada y no la juzgaba, pues en verdad estaba en un estado terrible y se podía notar a simple vista. Me dispuse a contestarle, con una sonrisa falsa y algo tensa, trantando de parecer que solo fuese algo decadente.

-Tranquila, Liren. No es nada en verdad, estoy simplemente adolorido.-

Volvía a mirar hacia el frente, mirando el horizonte, que se hacía cada vez más pequeño y lejano. Sin duda alguna era una alucinación producto de la tensión, por lo que no le puse mucha importancia. Miré a Liren y al parecer estaba un poco aburrida, talvez era tiempo de hablar acerca de nosotros y dejar a un lado las necesidades y el estado de los presentes ahora mismo. Le dije con un tono más normal.

-¿Fuiste invitada a Fall in Love?-

-Tranquila, Liren. No es nada en verdad, estoy simplemente adolorido.-

Adolorido claro, a saber a que se refería, estaba claro que no se encontraba bien, y no queria decir el porqué, mas tarde le preguntaría, seguramente lo mejor seria llegar al castillo cuanto antes y que Arystar descansara, eso de simplemente adolorido estaba claro que no era nada no importante de lo que no preocuparse. Mas tarde cuando se encontrara mejor le preguntaría que demonios le pasaba.
Suspiré, ultimamente suspiraba mucho, parecia como si me desinchara, supongo que se debería al aburrimiento, asique seguí caminando en silencio, pensando en la contraseña de la sala común, la cual habia olvidado, pero por ello apuntaba siempre en un papelito y lo guardaba en la túnica, lastima que con mi caida al agua, en ese papel no se entendiera nada, el agua habia echo correr la tinta tiñiendo todo el papel de un color azulado, y con ello una pequeña mancha se podrianotar en la la túnica si no fuera porque esta es oscura.
Nos acercábamos al castillo, y cada vez Kro parecía mas cansado y fatigado, sin que él se diera cuenta, bajaba el ritmo de mis pasos para que no se forzara mas, creo que se dio cuenta, ya que intentó hablar de forma tranquila.

-¿Fuiste invitada a Fall in Love?

-Fiesta? - dije sorprendida, entonces recordé como me llegó la carta de la dichosa fiesta- Ahh, si ya se cual dices. Si recibi una carta, de que me querían conocer o algo así, la verdad es que no le veo mucha importancia, no me gustan mucho ese tipo de fiestas, bailar no es lo mio, además de que habria que ir en vestido, y no esque me apetezca mucho, no me gustan esas cosas...

Arystar me miró, intento poner una cara de extrañado por mi respuesta, y mas o menos no se veian signos de que siguiera sintiéndose mal, sin embargo estaba claro que sus dolores no se habían ido.
Cuando me di cuenta de como me miraba me apresuré a decir.

-Pero no sé, es mi opinion... ¿A ti qué, te invitaron?

Concentrado en su respuesta, notaba que estabamos caminando en un sendero bastante extraño, algo me decía que se parecía al sendero en el que estabamos caminando era el que llevaba al Bosque prohibido, pero claro estaba que eso era imposible. Ahora el dolor no era tan profundo, talvez me tranquilicé más en cuanto caminaba y la compañía de alguien me hacía sentir un poco seguro después de todo. No le dí mucha importancia al dolor y noté que su respuesta era bastante buena. Para mi gusto, la respuesta de Liren fue perfecta, pues a mí tampoco me gustaba mucho bailar y mantenerme acorralado por tanta gente en una fiesta llena de música y bebidas semi-alcoholicas todo el tiempo. Claro estaba que no podía negarme a ir, pues era mi deber, aunque no me importase mucho el hecho de dejar plantada a la persona que me mandó la invitación.

-Vaya es una pregunta muy peculiar. Te aseguro que más de uno se deslumbraría viendote vestida de gala.-

Sonreía esta vez con un proposito verdadero y notaba que estabamos a pocos metros de la entrada a Hogwarts. Noté su pregunta, breve y directa. Simplemente le contesté de la misma forma, nostalgico por una experiencia parecida que viví el año anterior. Talvez se le podía llamar a esto Dejavú, pues en verdad era extraño que esas palabras salieran de la misma boca y en el mismo tiempo.

-Sí, por desgracia. La verdad es que no me importaba no ir a esa fiesta, pero al parecer no puedo negarme a la invitación. Solo espero que no se sume una tercera invitación, pues me veré obligado a rechazar el hecho de llegar a ese baile.-

Paramos unos segundos y nos miramos los dos. Lo habíamos logrado, aunque estabamos hechos unas babosas, literalmente. Estabamos sucios y algo grasosos, por lo que era mejor si nos apresurabamos a entrar y tomar un baño en la Sala Común de Gryffindor.