Un día en el ministerio

Después de un día cansando de trabajo, recibiendo miles de cartas desde padres preocupados que se hayaban en el extranjero, hasta cartas de algunos países contando algunas destrucciones masivas en sus países de hechiceros que ellos decian que eran Ingleses.

"Ya vale es cierto que tengo que hacerme cargo de estas cosas pero no eran solamente leyes mágicas la segunda parte si me correspondia pero por que seguían mandandome cartas acerca de la muerte de McGonagall eso me atormentaba!!"

Empecé a bajar en el ascensor hasta llegar al hall donde había una multitud de trabajadores del ministerio, no podía creer que fueramos tantos, ojala a todos les llegaran miles de cartas por todos los diablos!.

Un recuerdo de mi infancia me vino a la mente al ver a un par de trabajadoras del ministerio, había una persona con la que muy a pesar de tenerles cariño y considerarlas mis amigas, habían cosas en ellas que me hacían desconfiar.

Una de ellas se dibujo frente a las escaleras que yo bajaba, ¿y si en parte estas cosas ahora estaban tan infiltradas en el ministerio? Suponiendo que mis sospechas de ellas fueran certeras y ahora trabajando en el ministerio tendrían acceso a miles de cosas, mucha información.

Camine apresuradamente hacia ellas, tenía bastante tiempo de no verlas así que era el momento para ver si se habían revindicado o seguían siendo para mi gusto demasiado oscuras.

-Buenas tardes compañeras-

*Después del ''trabajo'' en el bosque de Londres volví a la rutina del ministerio. Últimamente mi departamento andaba sin problemas por lo que no tenía mucho trabajo que hacer. De repente ví a Al que salía de una chimenea cercana a donde me encontraba. Me acerqué a ella y le susurré con una sonrisa*

-No quedaron supervivientes.. una pena. Los aurores tardaran en darse cuenta d elo que pasó, si es que algún día se dan cuenta

*Alinita se rió y continuamos andando hacia las escaleras que daban a los ascensores. No tenía nada que hacer así que la acompañé. Por el camino nos encontramos con Ly, la encargada de la oficina internacional de ley mágica. Había escuchado que los de ese departamento andaban hasta el gorro de mensajes sobre la muerte de Mcgonagal. ''Pobrecillos.. la proxima vez intentaremos matar a gente más simplona''. Le saludé con una sonrisa*

-Hola Ly, que tal te va?

*EL Hall estaba repleto de miles de personas que andaban en todas las direcciones sin parar, esa imagen la veía todos los santos días desde mi primer trabajo como ayudante en la oficina de seguridad mágica hasta ascender al cargo tan alto como ser un Jefe del mismo departamento. Respire profundamente y me encamine hacia las escaleras intentado no tropezar con la gente, pero en ese instante apareció la Jefa de Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas ente mis narices.*

- No quedaron supervivientes.. una pena. Los aurores tardaran en darse cuenta de lo que pasó, si es que algún día se dan cuenta. -

*Reí ante el “saludo” original de Lilith Black, como siempre se mostraba tan alegre como podía serlo. Cerré los ojos por un momento para recordar en lo que había pasado varias dios atrás en una de las casas de un bosque Londinense abandonado. *

- No deberías de hablar o simplemente pensar ciertas cosas aquí en el ministerio. – mire a Lilith, iba a decirme algo en contestación, pero le corte en ese mismo momento – Si, si. Sé que estoy últimamente muy.. – me quede pensativa en expresar lo que era ese sentimiento – supongo que nerviosa, si, nerviosa es una palabra para exacta para mi estado. No me preguntes porque, ni yo misma lose, pero es un presentimiento. –

- Bah! Tú y tus presentimientos. – repitió Lilith.

*Decidí no seguir con la conversación además de que nos acercábamos a Lilly Whyte, una buena amiga desde Hogwarts, ahora se encargaba de la Oficina Internacional de Ley Mágica.*

- Mucho trabajo por tu oficina, verdad? Siento tanto lo sucedido Lilly. –

*Todo el Ministerio sabía los problemillas que tenía ese departamento.*

Hice cara de circustancia ante sus lamentaciones por mi acumulación de trabajo, les sonreí a ambas.

-Nos dicen que si atacan a alguien dentro de un lugar tan seguro como Hogwart quien dice que no son los magos Ingles los que atacan el mundo, por que todo lo malo tiene que pasar en Londres!!!-

Les dije a manera de respuesta si estaba hasta la madre de trabajo pero les sonreí aliviada de haber soltado lo que me mataba.

-Pues estoy bien y ustedes? Tenía mucho de no verlas!!-

Por Merlín una sola mirada, una sola que me haga ver si son diferentes, si fueron o son mortifagas, una sola, pero nada ellas parecían relajadas y Alinita hasta dolida por la muerte de McGonagall.

-¿Como van esos trabajos muchos asuntos?-

Dije esperando poder acercarme a ellas lo suficiente para averiguar algo que lo que fuese

*Moví la cabeza para apartar el flequillo del ojo. Me divertía ver a los aurores irritados y más aún cuando no tenía ni idea de con quien estaba hablando en ese mismo momento. En eso teníamos ventaja los mortífagos ya que los aurores, o la mayoría se dedican a eso y se sabe quien son, nosotros encambio no.*

''Id al bosque a las afueras de Londres y vereis el regalito que os hemos dejado. Os pasareís un mes encontrando piel quemada''

*Sonreí al recordar la escena*

-Pues yo no tengo mucho trabajo.. lo bueno es que los mortífagos no atacan animales asique d emomento yo voy bien.-dije sonriente.- y ya se sabe algo de la trágica muerte de Minerva? La conocía desde que era una niña practicamente.-la verdad es que me daba igual la muerte de Mcgonagal.. por mí la hubiese matado yo misma partiendola en trozitos. Esa vieja nunca me había caido bien.. pero ahora estaba pudriendose en una tumba y de ahí no levantaría nunca.- debio de ser tan trágico para los que fuisteis tan cercana a ella..-le puse una mano en el hombro a Ly- mi más sentido pesame.

despues de mi transferencia desde francia, no habia tenido la oportunidad de conocer todo el edificio del ministerio, de presentarme con los demas miembros del mismo, ni mucho menos ponerme al dia con los sucesos del momento, cosa extraña tambien que el ministro no hubiese llegado aun, di un suspiro, y me dispuse a ir a la planta baja, ahi compre la ultima edicion del diario el profeta y me quede parada cerca de las escaleras , se quedaron paradas tres personas las cuales trabajaban en el ministerio.

- como es posible que aqui en londres sucedan muertes inexplicables como la de mcgonagall, o la de esos chicos que fueron encontrados muertos a las afuera de londres... es una lastima que aun no se encuentren a los culpables * dije a media voz, el periodico cubria aun la noticia de la muerte de la profesora macgonagall y la extraña muerte de varios chicos en las afueras de londres*

- es una verdadera pena que el ministerio no se ponga las pilas en la investigacion * murmure sin voltear a ver a las chicas que estaban en ese momento cerca*

Recibi de buena gana las lamentaciones de Lilith, cuando escuche a una chica leer el profeta

-QUEEEEEEEE? más muerte,Por los cazones bombachos de Merlín!!-

Dije olvidandome completamente de mi puesto, y de donde nos encontrabamos al escuchar a una chica hablar de más muertes, me acerqué a ella y la salude

-Hola soy Lilliam Whyte encargada de la oficina Internacional de Ley mágica mucho gusto, solo dime que no hay extranjeros desaparecidos o estaremos en más problemas-

Estaba algo suplicante no ahora no necesitabamos trabajo en mi oficina.

-Como es posible que se enteren antes ellos que nosotros por Morgana!-

*Sonreí para mis adentro y miré de reojo a Alinita*

-Hmm.. los del profeta serían buenos detectives.. se enteran antes de todo antes que el mismo ministerio.. que verguenza..-compro otro titular dle profeta y lo leo rápidamente.

''Anoche un guardabosques vio fuego en la zona de su bosque y fue a ver. Para cuando llegó vió la antigua cabaña reducida a cenizas y un olor horrible. Al principio pensó que sería alguna broma de mal gusto pero al inspeccionar la zona encontro un cadaver quemado e irreconocible. Varios trabajadores del ministeior han constatado que ha sido un crimen. De momento han encontrado 13 cuerpos diferentes aunque no destacan la posibilidad d que hayan habido más. Se desconoce el autor o los autores del grave suceso aunque se sospecha que los mortífagos podrían estar detras. Aunque el ministerio sigue diciendo que ya no existe tal banda las muertes vuelven a aparecer en lso periodicos del mundo magico.''

-Que horror... debe ser horrorso morir así...-miré a Ly- y los aurores no sabiais nada? hmm que raro.. parece que no estais muy unidos.-me giré hacia la nueva chica que habia dado aquella noticia- hola, mi nombre es lilith.. Jefa de Regulacion y Control de Criaturas Mágicas

- al parecer los periodistas aqui en londres tienen ojos en donde menos se imaginan * doble el diario y mire a dos de las chicas que ya se habian presentado *

- mucho gusto Lilliam whyte, y no, no te preocupes no mencionan a ningun extranjero * gire mi vista a la otra chica *

- un gusto Lilith * ambas eran de diferente puesto del ministerio, al parecer si habia union ahi o al menos eso aparentaban *

- mi nombre es Serena Evans, segunda cabeza del wizengamot, nueva aqui en londres y de intercambio de las oficinas francesas.

* una vez que me habia presentado observe a ambas chicas de pies a cabeza, se me hacian conocidas pero no hubicaba de donde *

- Pero ¿Qué..? -

*Al escuchar la noticia casi me caigo, mire disimuladamente hacia Lilith, aquella esbozaba una sonrisilla entre dientes. La verdad es que ya era hora, habían tardado demasiado tiempo en encontrar aquellos cuerpos quemados, ahora como jefa del Departamento de la seguridad mágica, se me sumaba el trabajo, aparte de la muerta “inesperada” de la directora de Hogwarts, Minerva McGonagal.*

*Le rebote el Profeta de las manos de Lilith y lo leí rápidamente para verlo con mis propios ojos, tendría que disimular bien si no quería ser descubierta, me había quedado petrificada. Al salir de ese estado me di cuenta de que las chicas ya se habían presentado a la Segunda Cabeza de Wizengamot.*

- Oh dios! Esto es horrible.. - mire a las chicas de reojo - Lo siento, soy Alinita Black, encargada del departamento de Seguridad Mágica, a ti te conozco, - hable antes de que me respondiera – eras la nueva, Serena Evans, trabajamos en el mismo departamento. Además de que, una de mis tareas es conocer a casi todo el personal más o menos importante del Ministerio. – le medio sonreí y le estreche la mano – Un placer.

*Mire de nuevo el periódico, la verdad es que esa noticia no traía nada bueno al ministerio ni al mundo mágico, ni tampoco a los “oscuros”, por así llamar a los mortifagos infiltrados en el ministerio. Corríamos un grave peligro, asi que debíamos de tener cuidado. *

- Esto es muy grave eh. Y lo que más preocupante es que el ministerio se entera por medios tan patéticos como este periódico. – exclame enfurecida. – Esto no puede seguir así, debemos de reunirnos con el ministro lo antes posible todos los jefes de los Departamentos. -

- asi, alinita black, un gusto * estreche su mano, y mire su expresion por la noticia, con anterioridad la habia visto en el mismo piso donde estaba mi oficina *

- seria lo justo, pero es una pena no poder hacerlo * comente y di un respiro, ellas me miraron *

- no he podido ver al ministro desde que llegue al ministerio y su secretaria no da razon alguna de donde pueda estar * sabia que desde que fue al velorio de la directora, nadie lo habia visto *

- pero una reunion previa para aclarar los puntos a tomar seria buena idea * mi expresion se torno seria, el ambiente se empezaba a tornar pesado *

''Howard Owen.. un títere más al que s ele escapa d elas manos todo esto dle ministerio.. mejor para nosotros''

-Siempre podemos ir a hablar con él.. Claro que habría que pedir hora aunque si se trata de varias jefas de departamentos no creo que se necesite.

*Un hombre qu epasaba con una montaña de folios se tropezó y las escaleras se llenaron de papeles. Cogí uno al vuelo y la leí, era del departamento de transportes mágicos. Una subención para que el ministerio pagara la gasolina dle autobus noctámbulo. El papel se quemó en mis manos y cayeron las cenizas al suelo.*

-Lo que flataba.. que el dienro del ministerio se gaste en autobuses..

-Exacto-

Por primera vez concordaba en algo con el resto de los jefes de departamentos, gastar dinero en autobuses, cuando lo que necesitábamos era alguien que se pusiera a las riendas de este maldito ministerio.

-Pues si deberiamos hablar con el, a ver si uno le ponemos freno a las comunicaciones del maldito profeta y dos ver si dedicamos más dinero a cosas importantes-

Me arrecoste a las barandas de las escaleras con algo de cansancio.

-Pero resulta que el señor ministro nunca se encuentra disponible-

"Maldito Owen, nunca me dio confianza y menos ahora"

-¿A que clase de cosas se refiere usted señorita White?.-Dije apareciendo cual fantasma a escasos centimetros de donde ella estaba-. Bueno supongo que pueden hablar con mi secretaria y pedir una cita, creo que dentro de dos meses tenga un hueco libre

Eché un ojo al periódico, con una mirada despreciativa, pese a que su editor era un gran amigo allí solo publicaban sandeces. Luego seguí caminando, era mi hora de amigos del quidditch.

-Harían bien en estar trabajando en lugar de perder su valioso tiempo hablando por los pasillos, alguien podría pensar que estais urdiendo alguna conspiración.

*La aparición del Ministro nos sorprendió a todos, Howard Owen apareció detrás de Lilliam diciendo que debíamos trabajar, pero si él era el primero que pasaba de todo, creía que el mundo mágico estaba a “salvo”. Obvio, que no era así, y eso lo sabíamos no solo los Mortifagos.*

- Con mi respeto señor, pero llevamos semanas intentado hablar con usted, pero nunca tiene tiempo. Su secretaria siempre dice que la agenda del Primer Ministro está llena, pero creo que para reunirse con los Jefes de Departamentos de SU Ministerio, debería de prevalecer sobre todas esas cosas que hace. No me mal interprete Howard, pero debemos hablar seriamente. – levante el Profeta ante las narices de Owen – Y este es una de las pocas cosas que han pasado y que se han enterado en la editorial. –

*Todos quedamos en silencio, esperábamos la respuesta del Ministro, una respuesta sencilla y de inmediato.*

-Entiendo su preocupación señorita black, pero debería saber que los deberes del ministro no son compromisos facilmente eludibles, asi que cuando mi secretaría les de una cita estaré encantado de recibirlas, por ahora tengo asuntos más importantes que atender, espero entiendan lo apretado de mi agenda y que cada cosa debe ajustarse a las normas preestablecidas y la agenda oficial de cada departamento. De todas formas si sus quejas son demasiado urgentes siempre pueden enviarme un despacho administrativo con sus sugerencias, tengan por seguro que lo leeré y le dedicaré un a parte de mi valioso tiempo.

Sin más me encaminé hacia una de la entradas a la red Flú, como ministro podía utilizar otros medios, pero quería que aquel viaje quedará registrado.

''Estas en medio del ministerio, controlate..''

*Solté lentamente la mano de la varita y la apoyé en la barandilla de la escalera.*

-Deeberiamso hacer lo que hacne los muggles.. huelga-dije observando como se metía en una chimenea y desaparecía del ministerio.

*Pero por otro lado era bueno tener ese ministro de magia que hacia enfurecer a los aurores más importantes del pais por lo que era un punto a nuestro favor. Observé a Ly que miraba la chimenea por la que se había ido Howard que parecia que iba hacerla explotar.*

-Tranquila Lilliam.. todos tenemos tmeporadas de agobio. Hmm.. bueno no, no todos.

*Tras decir unas palabras poco conmovedoras el primer ministro se apresuro a desaparecer del Ministerio. Me quede sin habla acompañándolo con la mirada hasta que desapareció, al igual que todas las que estábamos presentes.*

- Y bien.. ya veis, esta demasiado ocupado. – dije tras escuchar a Lilith y observar el humor nada feliz de Lily, poniendo los ojos en blanco, le devolví el Profeta a Lilith – Me temo que me tengo que ir. – dije mientras posaba la mirada en uno de los ascensores donde se había metido un hombre de mi Departamento, así que me apresure. - Ya nos reuniremos queridas compañeras. –

*Me despedí de ellas con la mano y desaparecí en uno de los ascensores de la Planta Baja encentrándome con el mago que quería aclarar unas dudas.*

"Maldito hijo de..."

-Debo irme a atender cosas que el ocupado señor ministro no puede-

Claro como a mí me sobraba el tiempo podía darme el lujo de perder el tiempo, hablando con mis amigas que hace tiempo no veía.

-Asi que me retiro, ya tendremos tiempo para hablar luego chicas

Me retire escaleras arriba, desapareciendo a la mitad de ellas, para aparecer en mi atareada oficina.

* me habian informado que las cosas en el ministerio de magia no estaban tan bien, pero no iimaginaba que fuera verdad, escuche cada dialogo que decian desde que se presento el Ministro de magia, quien era un hombre algo prepotente y especial a simple vista, mire a cada chica y las expresiones que mostraban... al termino de unos minutos, el "jefe" se habia marchado, al igual que alinita black y lilliam whyte... di un respiro, doble la edicion del diario el profeta que tenia en mis manos, gire mi vista hasta lilith que aun seguia ahi*

- un gusto en haberte conocido, lilith, espero volver a encontraros en otro momento

* avance y entre al elevador *

" creo que posteriormente me ire a presentar con el ministro de magia "