Volviendo a casa

"-Lilliam, deberías quedarte a trabajar acá en Rusia, este es tu nuevo hogar-

*La voz de mi compañera de habitación resonó a través de la sala de estar sacandome de mis pensamientos, la mire y negué con la cabeza*

-No... mi hogar esta en Londres, junto a mi familia!-

*Le dije con una seriedad que cualquiera que me hubiese conocido en mi adolescencia desconoceria, con un movimiento de varita, la maleta se cerró de golpe*

-Debo irme, Kiara, debo volver a ese lugar donde siempre debí estar, hace mucho que no se nada de mi familia, gracias por todos estos años de amistad-

-Oh Lilliam

*Dijo lanzandosé a mis brazos mientras yo le sonreía*

-Estaremos en contacto-

*La solté y atravesé la chimenea, desapareciendo, tenia claro a donde debia llegar, LONDRES, ahí todo sería más sencillo, volveria con mis amigos, parientes y a casa*"

*cerré los ojos por el mareo y al abrirlos me encontre en un lugar extrañamente conocido, el londres mágico, sonreí para mí, mientras tomaba mi maleta y empezaba a caminar a un pequeño hotel qe había reservado mientras lograba volver a casa, o comprar una nueva*

*El sol brillaba haciendo que el color de mi cabello se viera de un tono casi naranja sonreí, esto era hermoso, estuve a punto de entrar a el hotel, pero un olor tremendamente conocido golpeo mi nariz*

-cafe londinense!!!

*Dije con una sonrisa mientras caminaba hacia ese viejo cafecito donde tantas veces había estado en el pasado*

*Acababa de salir del callejon oscuro en el cual había estado hablando con Lilith sobre nuestra situación despues de tantos años sin vernos, al salir a plena calle de la Londres mágica comprobe que todo seguia como siempre. Los niños jugaban con pequeñas escoba voladoras que apenas conseguian levantar medio metro del suelo, la tienda de calderos mágicos emitía un humo blanquecino y los magos y brujas iban de un lado a otro sin mirar y darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor*

*Fué entonces cuando encontre una antigua cafeteria, allí vi una larga cabellera pelirroja y hermosa que me resultaba agradablemente familiar, me dispuse a entrar y nada mas poner un pie me vino un rico olor a cafe y leche que me hacia recordar mis viejos y buenos tiempos en Noruega*

*Me acerque a la mesita en la que se encontraba la pelirroja absorta en sus ideas*

- ¿Me permite sentarme con vos, pequeña Lilly?

*Estaba bebiendo con cautela ese rico chocolate nada parecido al ruso, era delicioso, cuando una voz suave y amable me hablo llamandome Lilly, solo mis amigos de Londres me llamaban así, me voltee y un rubio bastante alto estaba frente a mi, por poco no le reconozco si no fuera por esa dulzura con la que me llamo "pequeña", solo unas pocas personas me llamaban de esa manera, pero sabía que ese rubio tan imponente solo podía ser una persona*

-Ar...Arthas?

*Dije sintiendo como la voz se me debilitaba, por la emoción de ver un rostro amable*

-Claro sientate por favor!!!

*Tome una de sus manos en un acto de realidad, queriendo sentir que todos esos años no habían pasado, y que justo ahora estaba en casa, como en aquellos años de mi adolescencia*

-Como estás? Que ha sido de ti?

*Sin duda era ella mi querida amiga Lilly, habia cambiado bastante, su rostro se había vuelto mas hermoso aun y se había convertido en una chica realmente hermosa sin duda alguna*

*Al sentir como me cogió la mano sonreí, le había extrañado, no lograba recordar lo que fue de ella despues de acabar Hogwarts pero recordaba perfectamente que ambos eramos grandes amigos y que ella era una alumna realmente ejemplar*

-Pues estoy bien, acabo de venir del funeral de Minerva, una pena sin duda, pero bueno la vida sigue o eso dicen. Ahora trabajo en el Winzegamot, soy juez supremo y imparto justicia a los delincuentes, pero bueno dejemos de hablar de mi. ¿ Como te fue a ti pequeña? *dije acariciando su larga y delicada mano*

*Senti su caricia y me senti aquella quincerañera que solía correr por los pasillos de Hogwarts siempre tropezando y cayendo pero siempre habían estado mis compañeros de casa para levantarme aun cuando siempre fuí una de esas chicas locas super conocidas, apenas se daban cuentas de mis dolores, todos excepto mis verdaderos amigos*

-yo... pues gane una beca en Rusia

*El dolor en mi pecho por la muerte de Minerva era grande y desgarrador*

-Me fui a estudiar leyes mágicas, vengo a pedir un trabajo al ministerio

*Sonreí ausente*

-La vida no ha sido fácil pero ahora estoy en casa de nuevo

*Pae una mano por mi cabello y tome de mi café despacio*

-Sabes algo de mi... familia?

*Pregunté desviando la mirada, sintiendo como el rubor subia a mis mejillas por nerviosismo*

*Oí todo lo que me dijo con gran atención y no dejando ni un momento de esbozar una sonrisa*

-Pues te podria ayudar a meterte en el departamento de ley mágica, ha quedado libre el puesto despues de la desaparicion del antiguo mandatario. Y de tu familia... si, Amanda y Sari, las vi en el velatorio y estaban realmente consternadas por el fatídico suceso, pero no te preocupes por lo demas estan sanas y radiantes como siempre.

*Ví como se ruborizaba y aprete su mano*

-¿Te ocurre algo pequeña?

-Extrañaba tanto todo esto!

Dije bajando el rostro triste, mientras pensaba en todas esas cosas que me aturbian, que sino las decia me iba a volver loca

-Pero esto es de nunca acabar, la muerte de la Profesora Minerva

No pude evitar sonreir al llamarla profesora como si aún fuese alumna, como aquellos bellos tiempos.

-No fue algo casual verdad? Entendi que fue un homicidio, y quiero encontrar el meollo de todos estos asuntos y acabar con esto para siempre!

Dije golpeando con fuerza la mesa, sintiendo como algunos mechones de cabello caían sobre mi rostro.

-Por que no pueden dejar esto de una vez? Volvi esperando encontrar paz pero eso ya parece un imposible

*Agache la cabeza y negue*

-Sin duda ha sido un homicidio Lilly, y creeme el Winzegamot esta atento a cualquier prueba o cualquier cosa que se encuentre, pero por ahora no hemos hallado nada en el lugar en el que se encontro el cuerpo.
*Junte mis manos y medite unos segundos*

-¿Paz? Querida... mientras el ser humano exista nunca habra paz, es un concepto que a lo largo de los años he ido comprobando. Pero bueno nunca nos rendimos a poner un poco de equilibrio en el mundo mágico.

Asentí debilmente, cuanta verdad decia

-Lo sé-

Dije aclarandome la garganta, mientras pasaba un pañuelo por mis ojos

-Arthas como has estado como persona? Tienes esposa, novia, hijos?

Le sonreí, tal vez habíamos crecido para estar solos, por que la mayoría seguiamos en esas circunstancias

-No llores anda pequeña

*Al escuchar su pregunta no pude evitar una carcajada*

-Que va.. soltero, desde que me dejo Amanda no he vuelto a tener nada con ninguna otra chica, nada mas terminar me fui a las montañas Noruegas y a los fiordos a entrenarme fisicamente y despues me vine al Ministerio, ademas en estos 15 años ninguna chica me llamó especialmente la atención. ¿Y tu? ¿Algun ligue en Rusia?

-Pues..

Dije sonriendo mientras me arrecostaba a su brazo con cariño

-Si algo así pero nada serio el amor y yo no nos llevamos bien ya lo sabes

Toque su cabello rubio aun más largo que en el colegio

-Ya creo que morire solita al menos los tengo a ustedes para calmar mis ansias

Solte una carcajada sonora, y me aleje de su brazo

-Pero no se tal vez algun dia no crees?

*Me sentí calido y agusto cuando se apoyo en mi brazo y cuando me acaricio el pelo haciendome sonreir cariñosamente*

-Tal vez vos encuentre su persona ideal, yo el amor lo di por perdido hace mucho tiempo y dudo que alguien se enamore de mi despues de tantos años.

-Pero bueno en la vida aveces se gana y aveces se pierde, a mi me ha tocado perder.

-Que dramatico!!!!

Chille con aquella voz infantil y jugueton que tanto me habia costado cambiar, por todos estos años quien le haria caso a una abogada mágica con ese tono de voz?

-Venga no estas viejo, ademas eres muy apuesto

Me acerque a su nariz y la toque con un dedo

-Asi que no digas eso, y el amor no se pierde cariño solo a personas amadas el amor siempre queda en el corazón

Toque donde se posicionaba su corazón y sonrei, mientras llamaba a la mesera para pedir otro café, ella se acerco y pedi también unas galletas mientras tomaba mi bolso.

-Una de las cosas que no debemos olvidar es que en nuestro interior siempre seremos jovenes querido

*Sonreí y agarre delicadamente sus manos acariciandolas cariñosamente y le di un beso en estas, senti como se estremecia ante mi beso helado.

-A veces olvido lo que soy... un vampiro al cual el mismo hielo compone sus venas...
tambien..es normal, hay otros chicos que pueden aportar calidez, yo soy lo contrario.

*Mire distraidamente sus labios y sonrei*

-Aunque tiene ciertas ventajas.. como esta *dije enseñandole una rosa de hielo que saque de la nada*

Su beso me hizo estremecerme no se si por el frío o por tantos meses sin contacto humano o vampirico, sonreí con mis pensamientos y lo miré.

-La calidez? mmm muchos olvidan eso Arthas-

El saco una rosa hecha de hielo, le sonreí calidamente mientras la tomaba en mi mano, de inmediato esta me congelo casi por completo la mano, sonreí alegremente.

-Me gusta el frío lo prefiero a una calidez hipocrita...

Dije sin querer hablando una vez más mal del amor como siempre solía hacerlo sin querer muchas veces.

-¿Sabes?, estuve en un lugar de Rusia demasiado frío... Me recordaba a alguien muy querido-

Me acerque a él y pasé mi mano por su rostro, luego miré mi mano la rosa empezaba levemente a descongelarse por mi contacto, se la cedí y el la reparo sin ningún esfuerzo.

-Te verás tan jovencillo siempre? Me haces ver vieja a tu lado-

-Si, siempre sere igual de joven, pero vos sera siempre hermosa y atractiva *dije rozando con mi mano su rostro y pasando delicadamente mis dedos por sus labios congelandolos levemente*

-Vaya lo siento mucho... no era mi intencion querida *pase mi otra mano por mi pelo y le sonrei*
Si pudiera hacer algo para solventar mi error de congelarle los labios,digamelo pequeña princesa *dije acercandome lentamente a ella*

Sonreí al escuchar su frase y tome sus manos.

-No creas envejezco cada día-

De pronto el paso su mano por mi rostro, especialmente por mis labios haciendo que estos primeramente se enfriaran luego pude sentir una suave escarcha sobre ellos, tuve una sensación casi infantil en el cuerpo cuando me dijo que si podia hacer algo para solventarlo y cuando se acerco, quisé decir algo pero mis labios apenas podian moverse por el frío, asi que solo sonreí y me acerqué a su rostro, pasando mis labios por sus mejillas, sentí más frío aún, en ese momento un leve estornudo salió de mis labios me lleve las manos a la boca y sonreí limpiandolos.

-Solo se que si me resfrió tendrás que cuidarme-

Dije mientras pasaba mis brazos por su cuello y sonreía.

-Ya casi no recordaba lo bien que se le pasaba a tu lado-

-¿Cuidarte? No creo que me importara mucho cuidarte pequeña todo lo contrario asique.. *sonrei*

- Nah tranquila ya me controlare para que no cogas frio, me alejare de ti entonces es el unico modo posible. Asique tu decides ¿Que me quieres lejos? *dije alejandome rapidamente de la mesa y de ella*

- ¿o tal vez cerca? *de un salto pare justo delante suya a pocos cm cara contra cara*

Una sonrisa se dibujo en mi rostro, al seguirlo a veces olvidaba casi por completo que era tan rápido, cuando se me acerco lo tomé del cuello de la camisa.

-No juegues Arthas no soy una niña ahora, podrías perder hasta tus colmillitos-

Sonreí, mientras le mostraba mi dentadura con una sonrisa, y lo soltaba levemente, mientras cruzaba la pierna.

-Solo bromeaba espero no haberte asustado vampirito-

Subí mis manos suavemente por su pecho mientras llegaba a su cuello y lo acomodaba

*Al oir sus palabras no pude evitar esbozar una sonrisa curvada y picara*

-Mmm desde luego estoy totalmente aterrado, la pequeña pelirroja esta agresiva *me encantaba burlarme delicadamente de ella, era como mi pasatiempo favorito,pase mis dedos por su rostro el cual me resultaba ardiente y muy agradable al contraste de mi helada piel*

-Tal vez... tendria que comportarme... digamos que soy muchos años mas viejo que tu... y no crees que se veria bien.. deveria darte asco *alze las cejas y sonrei divertido*

Levanté una pierna para cruzarla rozando con un disimulo mal logrado, y le sonreí mientras el pasaba su mano por mi rostro, me reprendí mentalmente.

"LILLIAM!!!! no importa cuanto tiempo pasé sigues tonteando como una adolescente"

Me mordí el labio con picardía a pesar de mi regaño, y al escuchar su frase, esbocé una sonrisa un poco más fuerte.

-¿Asco? tomando en cuenta que aparentas a lo sumo 20 y yo tengo 29-

Acerqué mi rostro al suyo y le di un beso largo y sonoro en la mejilla, me alejé despacio y le sonreí.

-No no me da asco, ¿pero a tí no te da algo de pena estar con alguien taaaaan tremendamente vieja?-

Deslicé mi mano hasta alcanzar la suya, aunque su piel era un tanto más fria era sin embargo bastante agradable.

-¿Por que tipo de mujer me tomarán?-

- ¿Acaso deberia importarte lo que opinen y digan los demas? He sufrido mucho ya pensando en la respuesta que tomaria de los demas, ya paso de sus opiniones yo tengo las mias y no la dejare trastocas *dije acercando lentamente a sus labios y rozandolos contra los mios*

-¿ A ti te importa pequeña?

El sentir el roce de sus labios, me hizo sentir levemente congelada, no se si por su frío o por mis nervios.

-No... pareces no conocerme Arthas, fuimos siete años compañeros de casa y ¿nunca conociste a Lilly?-

Jugué un poco con su cabello rubio tan contrastante al mío y sonreí.

-La gente me importa menos que nada, hace años que hago las cosas por que me placen, por la felicidad que puedan regalarme en ese momento, y más nada, ¿pensar en el futuro?... no ya no soy una adolescente, solo pienso en los buenos momentos que pueda darme el hoy, y soy feliz con eso, la felicidad no es un rompecabezas, solo hay que aprender a disfrutar cada trocito de ella querido-

Pasé mi mano por su cuello, mientras la otra se aferraba a mi pierna, tratando de reprimir esa actitud de coqueteo tan caracteristica de los Whyte, aún cuando no queríamos, ¿pero en este caso que tanto quería yo? acalle mis pensamientos y le sonrei mirandolo a los ojos.

-Yo no tengo a quien brindarle cuenta de mis actos ¿y tu?-

*sonreí y coloque un mechon que le caia sobre el rostro,me acerque poco a poco y le di un suave beso en los labios prolongado, el fuego y el hielo nunca habian estado mas en contacto y el contacto era espectacular*

*Me separe un poco despues de besarle y le mire a los ojos, no pude evitar darle otro beso rapido y un abrazo*

El beso fue algo completamente diferente a todos los que podía recordar, era como ese leve contacto de algo que no debía ser y era, algo que solo podía ser controlado por algo de la misma fuerza. Le sonreí cuando se alejo.

-Esto...- Solté una risita de nervios -Fue genial-

Dije con toda sinceridad, pero no podía creer que a pesar de los años seguía siendo como una niñita tonta cuando algo así me pasaba se me acababan las palabras, me pregunté si eso era algo que les pasaba a todos. Acomodé mi cabello mientras sonreía.

-Arthas hace mucho bueno algún tiempo que yo no...tu sabes, me involucro sentimentalmente con nadie-