Dear Teddy

23/04/2010

Querido Diario:

Espera un momento, algo anda mal aquí. ¡Aha! ¡Ya encontré el error!

Querido Teddy

Nada como ponerle un nombre a un cuaderno para empezar.

Hoy te ví por primera vez. Llegaste por correo desde Flourish & Blotts y he de comentarte que no tenías un precio muy bajo que se diga, aunque realmente valió cada galeón. Parece que esto de tener diarios personales esta de moda, pero tranquilo, yo no te compré para seguir una moda, realmente lo hice por que Madame Pomfrey casi me suplicó que lo hiciera. Creo que esta harta de que vaya visitarla cada tarde a la enfermería a contarle mis problemas de hormonas adolescentes. No la culpo.

Teddy, ¿Alguna vez has sentido que eres parte de un gran error? Imagino que no. Últimamente me siento así, todo parece estar así en mi complicado mundo. Las dudas han vuelto a mi cabeza, todas giran alrededor de lo que me ocurre y hay una que sobresale del resto ¿Realmente estamos haciendo lo correcto al no hacer nada? La respuesta del ministerio es un sí rotundo pero en mi cabeza hay mas de un “si” y un “no”, hay millones de opciones para esa pregunta y no tengo idea de cual elegir. Cada noche hay mas de estas preguntas y aunque parece un problema común a mi me esta torturando como nunca.
Nunca hablé de esto con nadie, cada vez que lo intento le veo menos sentido a mis palabras, pero no es así. Sé que hasta que no empecemos a tomar acción y decisión estas hermosas y lindas preguntas (nota mi sarcasmo) no desaparecerán. Debo comenzar a dar respuesta a todo esto.
¿Desde cuando la paz trae tanta guerra?

Ahora me encuentro en mi sala común, la chimenea chispea como siempre y casi puedo escuchar los ronquidos de la habitación de los chicos. Las últimas dos semanas he estado durmiendo en este viejo sillón color mostaza, a mis compañeras de cuarto no les agrado que mi caldero explotara en la habitación salpicando todo con pus de bubotuberculo, ellas no entienden que necesito equivocarme a veces para crear algo grande. Es por esa razón que extraño a mi cuarto en la mansión de los Black, –Así es Teddy, vivo en una de las más grandes y honorables casas que el mundo mágico moderno cuenta hoy en día y no me importa presumirlo – allí podría criar un Ridgeback Noruego e incluso mis hermanas podrían ayudarme a alimentarlo, no sin antes ponerle un nombre que empiece por “choco”. Somos unidos de una manera que nadie entendería y ¿adivina? Ahora yo te nombro un Black oficial.

25-04-2010

Querido Teddy

Mi día no empezó muy bien; me caí al menos unas tres veces antes de llegar a la mesa de huffle y fue peor aun darme cuenta que la carne es asquerosa, creo que me haré vegetariana. Hoy hablé muy poco, apenas y saludé a mis hermanas desde un extremo de la mesa, creo que tengo razones para estar así de introvertida hoy.

Como sabrás, las cosas no marchan bien en el ministerio y cada vez tengo mas ganas de patearle la cara al maldito de Owen, pero debo mantener la calma si no quiero ir directo al departamento de centauros-ya sabes, que me despidan- aunque sería genial ir allí con tal de hacer algo realmente productivo, podría intentarlo y así me evito tener que hacer una carta de renuncia, aunque gracias a este idiota pude empezar a actuar independientemente de él. Si Teddy, lo de acción y decisión era en serio y esa es la razón por la cual no te escribí ayer.

Sé que todos piensan que el mundo mágico esta en calma absoluta, pero no es así, esto no se parece en nada a mi concepto de paz. Esta calma es tensa, siempre tenemos que voltear dos veces antes de entrar a un lugar, no veo mucha diferencia entre esto y lo que vivíamos antes. El punto de esto es que ayer pasé todo el día planificando mi próxima salida y tengo algunos contactos del Profeta que podrían servirme de mucha ayuda con lo que tengo en mente. Mi principal objetivo ahora es ir a Cabeza de Puerco apenas comiencen las salidas a Hogsmeade, ya sé que no tiene nada interesante un pub mugriento y con exceso de whisky de fuego pero nada de eso me interesa pues lo importante ahí no es que si no quien. Luego te contaré como me fue.

La vida nunca fue tan dulce
Elleine A. Black

Querido Teddy:

¿Desde cuando la primavera afecta tanto a Hogwarts? ¡Ah, si! ¡Desde siempre! Esto es patético, ahora simplemente me abstengo de salir de mi sala común para evitarme tener que lidiar con los besos en el comedor y los llantos de las chicas despechadas en los baños. Y lo peor es que se extiende con rapidez, incluso los elfos en las cocinas tienen el virus, ¡Es horrible Teddy! ¿Qué pasa si llegara a mí? Apenas tengo el tiempo exacto para arreglarme por las mañanas, no podría lidiar con más problemas hormonales ahora…Además de que me resulta detestable tener que formar parte de la nueva temporada primavera-verano.

Últimamente he estado muy aislada de todos, la última vez que salí del sillón fue en el partido de Quidditch -El cual ganamos.-, el resto del tiempo he estado ocupada con los deberes, planeando mi próximo reportaje o perfeccionando un hechizo que esta en proceso de creación (Luego te hablaré de ello). Tal vez ya sea tiempo de salir de la comodidad de mi sala común e ir de una vez por todas a Cabeza de Puerco, ahí sin duda me divertiría con un tarro de cerveza de mantequilla e irritando con mi investigación al tabernero, Abeforth. Buscaré a alguien de confianza para ir hasta allá y me dé una mano con eso.

PD: Debo buscar la manera de que mi Ipod funcioné dentro del castillo, mi vida es un asco sin la música.

Cansada de ser tan dulce
Elleine A. Black