Diario de Sarihina Granger

21/04/2010

Diario,

Hay días, como el de hoy, en el que hubiese querido no despertar.

Soñé que estaba en el colegio, caminando por los pasillos hacia el Gran Comedor. En mi sueño todo estaba en silencio, y solos mis pasos tronaban en la piedra, haciéndome absolutamente consciente de mi estancia ahí, de mi cuerpo vivo que avanzaba. Es justo cuando estoy acercándome a la escalera para bajar hacia el primer piso cuando una mano toma mi muñeca. Volteo mi rostro sorprendida para ver quién es y lo veo... lo veo a él, veo sus ojos oscuros, su cabello desordenado, su cuello pálido que contrasta con la corbata verde y plateada que adorna su camisa. En ese momento lo abrazo y me río, sintiendo que sus brazos me rodean y que todas mis preocupaciones, toda mi consciencia, toda mi vida se transforma en admirarlo a él, en sentirme a mí alrededor de sus brazos. Pero entonces sus brazos me parecen más latigudos, y de pronto comienza a moverse raramente tras mi espalda. Abro los ojos y ya no está Tom... y sólo veo muchas serpientes que me rodean y me sacan su bífida lengua. Mi varita no está en mi bolsillo y comienzo a correr escalera abajo, corro y corro escapando de las serpientes; corro hasta que mi cuerpo ya no da más, y mi respiración se agita; corro hasta que finalmente despierto con los gritos de Ly y Amanda que pelean por entrar al baño. Es entonces que me doy cuenta que estoy sudando.

Y sabes algo Diario, lo peor no son los sueños que tengo dormida, sino las cosas que pienso cuando despierta. Más de una vez mis manos se posan disimuladamente sobre mi vientre, y creo sentir las patadas que el pequeño bebé que se gestaba ahí adentro me daba en verano. Pero sé que esas patadas sólo las imagino, porque el bebé ya no está. Tom y el bebé desaparecieron. Ambos me dejaron sola aquí. Y nadie, absolutamente nadie me enseñó qué hacer si algún día abría los ojos y me daba cuenta que estaba sola.

Por lo demás no he hecho más que estudiar. Este año me he volcado sólo en los estudios. Quizás si estudio lo suficiente y no dejo de estudiar olvide sentir. Tal vez quemándome las pespañas con las hojas de los libros pueda dejar mi mente en blaco de mis problemas.

Diario, la luna ya ha salido y hoy fue un día más en mi vida sin nada lindo que contar. Otro día que se ha vuelto rutina.

Extraño a alguien que me abrace.

Siempre tuya,

Sari.

23/04/2010

Diario,


Ayer me reí al ver como el gordito de Huffle se tropezaba en la escalera. Hace tanto tiempo que no me reía que las carcajas salieron de mi gargantas como atropellándose unas a otras, acompañadas de lágrimas. La gente que pasaba me veía reír y muchos se contagiaban con mi risa, hasta que a mi alrededor se formó un círculo de gente riéndose- y un gordito humillado-. Fen me miró un segundo y me abrazó cuando entendió el porqué de mi risa. Hace tanto tiempo que no recibía un abrazo seguido de risas que lo apreté con fuerza y le regalé la primera sonrisa que se dibujaba hace meses en mis labios. Fue el primer momento lindo desde que Tom desapareció.

Hoy durante el desayuno recibí El Profeta. Todo suena tan tranquilo que en la portada salía Howard Owen hablando con el primer ministro, su tío, del buen trabajo que hacen los aurores para mantener la calma. Patrañas!. Qué trabajo ni nada. En el departamento no hacen más que revisar casos antiguos y cerrarlos, sin aún haber descubierto quién va detrás de tanta aterrocidad. Michael, el antiguo secretario del departamento, también fue despedido hoy, y eso significa que ya no sé cómo se las arreglará Deli para saber qué sucede y qué sucederá.
El mundo del bien se nos viene abajo y nadie se da cuenta de ello.

¿Qué deberíamos hacer?


Bueno, querido Diario, ya es tarde y mañana tengo examen de Transformaciones. Hoy pensé menos en Tom, pero mis manos aún se posaron en mi vientre de vez en cuando.
Pronto se viene la primera salida a Hogsmeade, le diré a Ly que nos emborrachemos un rato para olvidar todo.

Siempre tuya,

Sari.

24/04/2010

Diario,


Hoy estoy demasiado cansada para escribir mucho. Mis ojos me pesan, y cada vez que los cierro sólo recuerdo a Tom.
Estaba caminando por el jardín cuando vi el árbol donde nos tomamos la mano por primera vez. No había salido al jardín desde el inicio de clase, y ver aquel árbol no me hizo más que sentir un apretujón en mi estómago que casi me lleva a vomitar.
¡¿Por qué no está?!, ¡¿qué le pasó?!. Cada día que pasa no hago más que preguntarme qué es de mi Tom. Qué hice para que él se fuera.
Sin poder evitarlo caminé hacie el árbol y me tendí en él. Cerré los ojos y estiré mi mano, tal como aquella vez. Pero todo era inútil... por más que busqué su mano, no la encontré. Y por más que la busque en el futuro ella no estará.

Sabes algo Diario... no sé cómo puedo seguir viviendo con el corazón echo mierd*. Hay días en los que sólo quiero morir.

Espero encontrar un motivo para seguir viva.

Sari.

26/04/2010

Diario,

¿Es normal sentir que se te acaba el aire?. Muchas veces me sucede, incluso cuando estoy en clases. No sé porqué será, pero se me ocurre que cuando ya no hay motivos para respirar, el pulmón espera en cualquier minuto dejar de funcionar.

Ly anda desaparecida, así que no le he podido decir que hagamos un plan cuando vayamos a Hogsmeade. Quizás Deli quiera ir conmigo, aunque anda algo cerrada, sin querer mostrarse en público. Puede ser que Cabeza de Puerco sea el lugar indicado para pasar algo más desapercibidas.

No sé qué más contarte. Los ánimos del castillo en general andan algo extraños. Incluso los profesores parecen sospechar ciertas cosas... ¿habrá algo escondido que no sabemos?. Muchas veces me pregunto qué habrá pasado con la profecía y los viajes al pasado. Qué será de Mr. Donell y Mr. Laurent. Cómo estará Merlín y su intercambio en Durmstrang. Muchas personas importantes para mí han ido desapareciendo, y a cada día que pasa sé menos de ellos.
¿Volverán algún día?.

Bueno, Diario, tengo muchísima hambre y creo que iré a la cocina a rogarle a los elfos domésticos que me den algo de tarta. Si sigo sin comer la falda del uniforme se me caerá, y aunque estoy triste, no quiero morir de hambre. No aún, por lo menos.

Siempre tuya,

Sari.

28/04/2010

Diario,

¡Maldición! No encuentro mi varita y tengo Encantamientos ahora.


¿Qué hagooooo?!!!!!

=(

03/05/2010

Diario,

No he tenido tiempo de escribir en los últimos días. Todo ha avanzado muy rápido, y los estudios y los planes no me han dado un tiempo para sentarme y poner lo que siento.

Sabes, Diario, decidí que ya no me quiero quedar de brazos cruzados buscando respuestas que no parecen llegar. Decidí que haré algo para saber qué pasó y por qué fue así. Me aburrí de esperar que la montaña llegara a mí. Y ahora yo correré hacia la montaña.

Así que ya iré en búsqueda de quién me ayudará. Sé que sólo a ella le puede importar saber tanto la verdad como a mí.

Después te contaré detalles.

Sari.

06/05/2010

Diario,

Creo que algo grande se viene. Algo que me dará fuerzas y que me permitirá volver a encontrar el camino en mi vida. Quiero luchar porque ya me aburrí de cerrar los ojos y sentir esta terrible lástima por mí misma. Aún lloro a menudo, pero ya me cansé de que esas lágrimas no encontraran explicación.

Estamos ideando un plan para hacer de los aurores nuevamente un grupo eficiente de personas que luchen por el bien. Sé que encontraré a gente que apoye la idea.

Ahora me tengo que ir.

Te escribo pronto,

Sari.

12/05/2010

Diario,

Hoy abrí las cortinas de mi cuarto y se asomó el sol. Me tapé los ojos y Tommy subió a mi almohada y se acomodó sobre ella.
Por lástima no pude seguir durmiendo y me tuve que levantar. El colegio me demanda muchas más horas de lo sanamente establecido, cosa que agradezco.
Ly llegó ayer en la noche con una botella de tekila a mi habitación, y es por eso que aún me duele un poco la cabeza. Definitivamente el alcohol no me hace sentir mejor, pero al menos me reí un poco.

Uffff, alguien toca mi puerta. Escribiré más tarde.

Sari.

19/05/2010

Diario,

Ya tenemos todo listo para una nueva etapa aurorística. Todo esto me tiene tan emocionada que hasta pienso menos en mí que antes. Es agradable... sabes, no pensar en mí ni en mis tristezas. No pensar en el pasado aunque sea por unos minutos. No ser más que una aurora que intenta salvar el mundo.
Aún no te puedo olvidar, Tom, quizás nunca lo haga... pero lo intentaré, lo intentaré a pesar de que tenga que perder mi corazón en el camino.

Hoy comienza el primer paso. Mañana te cuento novedades.

Sari.