¿Que podria salir mal?

Liiiisto!

Nuevo cap para ustedes =P

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Capitulo 8
Héroe

Era bastante tedioso el tener que estar encerrados en un despacho durante uno de los más calidos días de sol. McGonagall y Slughorn nos daban una charla, o más bien, un discurso interminable sobre el comportamiento adecuado de unmago. En ningún momento presté atención, mis ojos se concentraban en admirar y al mismo tiempo envidiar los brillantes y escasos rayos de sol que se colaban por la ventana, haciendo que esa habitación se viera más sombría de lo que en realidad
era. Lo malo de aquella vista, era que muchos de esos hermosos destellos de sol se concentraban en brillar sobre esos ojos grises de Black que tanto llamaban mi atención. ¿Era tan difícil ignorarlo? Si, lo era y mucho más de lo que yo había esperado; mi corazón aun no andaba a un ritmo normal. Los pasillos se encontraban vacíos, salvo por uno o dos estudiantes de primero que se asomaban, el resto disfrutaban del calido día. Era increíble la actitud que tenían los Merodeadores, se comportaban como si fuera un tranquilo paseo. ¡Claro! Era de esperarse, ellos habían tenido mil y un visitas al despacho del director, seguramente lo encontraban como ir a su segunda sala común.

-La oficina de Dumbledore.-decía James en voz baja, mientras seguíamos los pasos de McGonagall y Slughorn.- Es uno de los lugares en Hogwarts con más pasadizos secretos. ¡Ja! Cuantas veces nos libramos de un castigo gracias a ellos.

Yo le miré escéptica, no creía mucho en viejas leyendas sobre "pasajes secretos" en construcciones antiguas, de igual manera, dudo mucho que el estuviera al tanto sobre eso...Una gran gárgola de piedra se apareció, era majestuosa pero al mismo tiempo inspiraba terror, tenia un fino esculpimiento, digno de estar en Hogwarts, digno de resguardar algo importante. "Caramelos de Fuego" Fue la contraseña que pronunció el profesor Slughorn, inmediatamente esa gran gárgola se movilizó dejando atrás unas escaleras de madera en espiral, que a la primera pisada de la profesora McGonagal, estás comenzaron a subir lentamente. Era la primera vez que estaba allí; Era una bonita y espaciosa habitación circular con ventanas, llena de pequeños ruidos divertidos. Había unos cuantos instrumentos plateados sobre una mesa de una sola pata, emitiendo pequeños soplidos de humo de distintos colores. Las paredes estaban cubiertas por retratos de antiguos directores y directoras, los cuales hablaban entre ellos en sus marcos. También había un enorme escritorio de patas como garras, y colocado en un estante tras él, estaba un desgastado y andrajoso sombrero de mago, el cual sin duda reconocí como el sombrero
seleccionador. El profesor Dumbledore se hallaba frente a la ventana con sus grandes ojos azules perdidos en su propia mente.

-Hum...-se anuncio la profesora McGonagall haciendo un pequeño sonido con la garganta.-Profesor Dumbledore.
-¡Oh! Minerva, Horace.-dijo Dumbledore saliendo de su ensimismamiento, luego dirigió su mirada hacia nosotros.
-Lamento interrumpirte, Albus, pero...-decía el profesor Slughorn moviendo graciosamente su bigote de morsa.- Ya sabes, este caso puede convertirse en algo realmente delicado.
-Eso me ha contado Minerva-dijo el ojiazul sin quitar su mirada inquisitiva de nosotros, tal vez, concentrado en alguien en especial...-Aunque, seré todo oídos al escuchar lo sucedido proveniente de las propias bocas de estos chicos. Puede comenzar, señorita Lestrange.
-Snape, Cissy, Lucius, Miriam y yo caminábamos por el pasillo del séptimo piso.-comenzó Bellatrix con voz empalagosa y exagerada.- Sentimos que unos pasos nos seguían, pensamos que era algún profesor, así que nos escondimos en un aula que se hallaba allí. ¡Todo pasó muy rápido! En realidad, solo
recuerdo que de un momento a otro...estos.-dijo señalándonos.-aparecieron con susvaritas en alto. ¡Debíamos defendernos! Como dije, todo fue muy rápido, queríamos espetarles que no queríamos seguir luchando, pero ellos jamás prestaron atención, en poco menos de media hora, Lucius fue aplastado por un armario y el resto de nosotros, con heridas bastante graves...- Lily, Amy, Amanda,
los Merodeadores y yo nos quedamos perpeplejos. Realmente, no comprendía comoSlughron les creía semejante mentira, ¿Tan tonto era? Por lo visto, así lo era. Inmediatamente dirigí mis ojos hacia el
director, que seguía inmutable, pero con una leve insinuación en los ojos que me debeló que el también tenia la misma opinión que nosotros.

-Bueno-habló Slughorn después de un rato de silencio, ese hombre era bastante estupido; ¡Tenia los ojos humedecidos!-¿Necesitas escuchar algo más, Albus?
-Si.-dijo con voz serena el director. Inmediatamente dirigió su mirada hacia a mi esperando que hablara. Al igual que con McGonagal, no omití ningún detalle al hablar. Hubo un largo silencio, en el cual el profesor Dumbledore me observó con sus tan misteriosos ojos...-¿Necesitas escuchar algo más, Horace?-dijo con tono, a mi punto de vista, sarcástico, hasta casi pude ver un guiño hacia nosotros.-Creo que todo esta aclarado, ambas historias no cuadran una con la
otra, por lo tanto, sugiero que el castigo sea compartido.
-Me parece una buena idea.-dijo McGonagall con los labios
fruncidos.-Además, sospecho que no le vendría nada mal a Filch un poco de ayuda.- 5 noches a la semana de su tiempo seran utilizadas para ayudar al Sr. Filch
con la limpieza.- fue el castigo que McGonagall nos dio. La idea me parecía indignante, puesto que, nosotros, no iniciamos el duelo, pero aun así apoyamos seguir. Tal vez después de todo, nos lo teníamos merecido.


Ahora comprendía el enojo de Filch, limpiar no era tarea fácil, más aun si Peeves, el
poltergeist, se encarga de llenar los pasillos con baba de troll.
Estaba abatida, los deberes exageradamente largos, el cumplimiento del castigo. Sin duda, fue una semana agotadora. Ya era viernes, me había tardado un poco más que los demás en limpiar los trofeos, lo único que deseaba era llegar a la sala común y descansar. Tanto era el agotamiento, que había olvidado por completo el hecho de que al día siguiente era mi cumpleaños, pero ¿Quien tenia tiempo para eso ahora?. No sabía siquiera si podría ir a Hogsmeade....

-Me alegra que despiertes, cumpleañera.-dijo Lily con almohadazo rompiendo por completo mi idea de "Descanso."
-Gracias, Lil-dije taciturnamente, tratando de olvidar aquel día tan horrible.Cada año me veía obligada a seguir con lo que se suponía que era vivir o como yo lo veía; Sobrevivir.
-¡Feliz Cumpleaños, Elli!-Exclamaron Amy y Amanda al unísono, trayendo consigo un pequeño pastel con quince velas encendidas; seguramente esperando un soplido alegre junto con un deseo....
-¡Vamos, Elle!-dijo Lily.-¡Sopla!.
-Bien, ahí voy.- "Lo primero que se me venga a la mente." fue lo que pensédesear. Tenia muchas cosas en la mente, tanto estupidas como no, lo mejor era dejarlo al azar. Sin más sople las quince velas y para mi sorpresa, en un susurro, lo bastante alto para que solo yo pudiera escucharlo, mis labios pronunciaron lo que a mi corazón le pareció el más calido sonido, como si siempre hubiera estado esperando el momento para decirlo.-Sirius Black.

Ni yo misma me conocía, lo peor de todo es que ni siquiera estaba pensando en el cuando lo desee. ¿Lo Desee? ¿Yo? ¿Mi primer deseo fue Black?. Hasta me sentía decepcionada de mi misma, como repetí en
ocasiones anteriores, yo solo tenia un concepto de Black: Patan, egocentrista y rebelde sin causa. No había motivo, No hay motivo para cambiar esa idea, no tan repentinamente, no todavía...
Luego de habernos arreglado -más bien ellas, yo apenas corregí mi aspecto.-las chicas y yo bajamos al gran salón. Me sentía feliz de saber de que por lo menos Miriam estaba interesada en cosas más importantes que terminar de arruinar mi vida, aunque conociéndola, también era algo preocupante. Por primera vez sentí a James cercano a mi, ese día, que generalmente correspondía ser uno de los peores del año, no iba por mal camino, hasta podría decir que era un buen día. Era increíble que nunca noté que el chico en verdad era gracioso, hasta simpático logré verlo.

-Hola Dutfher.-dijo Black sentándose junto a mi en el gran comedor. Me limite a hacerle un gesto con la mano, ni siquiera lo miré a la cara.- Oye, te quiero dar algo, ¿Puedo?- ¿"Algo"? me pregunte a mi misma.
-Eh...si, supongo.-dije dubitativa, no confiaba mucho en Black y por lo poco que lo conocía podría regalar cualquier clase de cosas.
-Bien...eh...-metió su mano en el bolsillo de la tunica y sacó una pequeña caja con un lazo color verde encima.- Toma-dijo entregándomela.
-Gracias.-dije abriendo con cuidado la caja; adentro se hallaba un collar, simplemente hermoso, el dije tenia forma abstracta pero en el centro se hallaba na hermosa esmeralda. No tenia palabras.- ¿A que se debe el regalo?.
- ¿Acaso no puedo?-Ahí va de nuevo...- Es tu cumpleaños, ¿no?
-Si, pero...Es extraño, viniendo de ti.- No comprendía, ¿Que trataba de hacer?.
-Bien, pues, me he comportado como un idiota contigo durante los últimos cuatro años, pensé que quizás con esto quedaríamos en paz...
-¡oh!-dije sin nada más, no tenia idea que decirle, jamás me imagine el día en que Black se rebajara a hablar como una persona decente y mucho menos conmigo.-Te lo agradezco, Black-dije sonriéndole tomando el dije que colgaba de mi collar para luego mirar sus ojos y perderme en ellos como idiota.

-¡Elle!-dijo Remus acercándose, ¿No podía ser más inoportuno?.-Me alegra encontrarte, ¡Feliz cumpleaños!-me felicitó dándome un abrazo.- De haber sabido antes que tu cumpleaños era hoy, te
hubiera comprado algo.
-No te preocupes, Remus-le dije sonriendo, miré de reojo a Black que se estaba retirando...
-¿Vas a Hogsmeade?-dijo extrañado.
-Si, Por que preguntas?
-Es
que la ultima vez que fuistes fué en tercer año.- Debía admitirlo, jamás fui muy sociable, ni siquiera antes de mi "mentalitis problem".
-También la última vez que hable contigo fue en tercer año.-le recordé.


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¿Por qué seguía caminando con Régulus? No lo sabia, supongo que por educación. El chico era agradable, pero no compartíamos los mismos gustos y en ciertas ocasiones era irritante. Ciertamente, debería aprender a escoger mejor con quien me junto.
Más de una vez pude ver a Black rodeado de chicas, todas igual de ingenuas y sin cerebro alguno para notar que no eran más que un juguete para Black. Éste sin duda no se oponía a la situación. Rodé los ojos en cuanto su mirada se fijó en mí. Ya sabía a que se refería con "¿Cuantas chicas no quisieran ir conmigo a Hosmeade?".

-...Y supongo que el idiota de Lupin no supo reaccionar ante el maleficio de Snape, ¿Cierto?.-decía Régulus tratando de sacarme de mi ensimismamiento.
-¿Idiota?-pregunté, había cometido un gran error al decir eso sobre Remus.
-No es por ofender, pero a veces suele ser muy sumiso con James y Sirius.- Lo fulminé con la mirada, eso basto para que dejara de hablar.
-Bien.-dije resignada a disculparlo por ello.- ¿Vamos a la casa de los gritos?

Luego de un rato comprendí que el chico no era tan malo después de todo. Había comenzado la ultima hora de aburrimiento con algo decente de que hablar. Era increíble lo mucho que se diferenciaba de su
hermano, sinceramente si no fuera por su parecido físico hubiera pasado por alto que por sus venas corría la misma sangre. Me sentía un poco mal, sabia que el camino que le esperaba a Régulus no era precisamente bueno, hasta me lo imaginaba llamándose a sí mismo un "Caballero de Walpurguis", aun así algo en mi me decía que si decidía bien, podría ayudar a alguien, no ahora, pero si quizás dentro de algunos años. La estructura demacrada y andrajosa de la casa de los gritos apareció frente a nosotros, con sus maderos cayendo y las ventanas rechinando por el viento. Si tenia un aire terrorífico, pero no le veía nada más allá.

-Ciertamente.-dije-No le encuentro lo terrorífico.
-Concuerdo contigo, te aseguro que solo es una leyenda urbana de los
lugareños.-afirmó Régulus con su mirada fija en la construcción.
-¡Oh!-me lamenté.- ¿Entonces perdimos tiempo en venir aquí?
-Eso creo-dijo resignado.-Entonces…
-¿Si?-respondí esperando que dijera algo con lo cual pudiese sacar conversación.
-¿No te has preguntado jamás quien es tu madre?-Le mire perpleja.
-Por supuesto, pero conoces a mi padre, el jamás conversaría conmigo por más de diez minutos y mucho menos sobre mi madre.
-Si, Tu padre puede ser bastante frío a veces.-me recordó.-Pero me refiero a que nunca intentaste investigar, quien era, como era, ¿nada?
-No, me tengo que conformar con una vieja fotografía que ya pronto se volvera polvo.-le dije mientras el rostro movedizo de la imagen de mi madre pasaba por mi rostro.
-¿Quisieras saber algo sobre ella?-dijo acercándose a mi y susurrándome como si hubiera alguien que pudiera escucharlo aparte de mi.
-¿Disculpa?-le dije extrañada. Sin duda en ese instante lo califique como idiota, sin saber porqué
-Elleine, lo que te voy a decir no es muy fácil de asimilar y no prometo contarte
nada más aparte de esto.-decía, mi mente daba vueltas intentando descifrar lo me diría.
-¡Habla de una vez Régulus!-exclame ya impaciente.
-Ya-dijo.- Tu madre no murió en cuanto te tuvo a ti, de hecho, ella jamás
murió.-mi silencio basto para hacerle comprender que no debía decir mas. No sabia si creerle o no.
- ¿Como dices?-Necesitaba asimilarlo una vez más. mi mente aun no procesaba con rapidez esa clase de noticias.
-Tu madre está con vida.-repitió-Escuché a Orion y Martha hablando en el verano obre ella.
-¿Debo creerte?- ¿Es que acaso el chico me veía cara de idiota? Había aprendido a mantener la mente cerrada durante toda mi vida, no podía fiarme tan fácilmente.
-Solo te digo lo que escuché-afirmó. Yo le miré a los ojos que se encontraban bastante cerca de los míos lo cual me hacia mas difícil el saber sin mentía o no.
-Bien-hacia un gran esfuerzo por creerle, pero no podía.- Lo lamento, pero es muy difícil para mi...Bueno tu sabes, que te digan de la noche a la mañana esa clase de cosas, lo siento, simplemente no puedo creerlo.- Era un hecho, debía volver a la escuela antes de que mi cabeza estallase.

Di media vuelta dispuesta a marcharme de allí cuando de un fuerte jalón, Régulus, me llevó hacia el. En poco tiempo sus labios se encontraban sobre los míos. Le segui un poco el beso ya que no podía soltarme de el, me apretaba con fuerza los brazos impidiendo mi movilidad. Me soltó enseguida le di una fuerte patada en las espinillas. Luego de darle una fuerte cachetada, saqué mi varita lista para dejar en el
suelo a esa maldita serpiente. ¿Qué se creía? ¿Una imitación de su hermano?

-¡Cretino!-Dijo Black apareciendo de la nada dándole un puñetazo en la nariz.
-¿Celoso hermano?-dijo Régulus limpiando el hilillo de sangre que corría por su nariz.
-¡Maldita cucaracha!-Insultos como este y peores salían de la boca de Black al mismo tiempo que un puñetazo o una patada dejaban inconciente a Régulus. No interferí, ¿Acaso debía?
-Elleine.-dijo Black mirando con desprecio a Regulus.- Vámonos.
-¿Desde cuando me llamas por mi nombre?-pregunté aunque en realidad lo que en verdad deseaba era agradecerle...
-Si prefieres que te llame Dutfher...-decia mientras caminaba a pasos agigantados.
-No, así esta bien.
-¿Sigues pensando que salir con serpientes es buena idea?-preguntó con sorna.

No respondí. Estaba dispuesta a regresar al castillo sola, pero Black no quería despegarse de mí. Era extraño verlo así, con el ceño fruncido, lo cual no hacia relucir sus hermosos ojos grises, tan callado,
¿Enfadado, quizás? Jamás lo había visto así. De alguna manera me afectaba a mí, no sabia como podía ser eso posible, pero ver ese deje de tristeza en sus ojos hacia que yo me sintiera igual.

-¿Por qué?-pregunté al llegar a Hogwarts.-¿Por qué hiciste todo eso?
-Vamos, apuesto que en tu interior también querías hacer lo mismo.-dijo sin mirarme.
-Si, pero no lo hice. -Aunque si planeaba hacer algo parecido...
-Espero que el tarado de Regulus no te halla arruinado el cumpleaños.
-Para nada.-le dije perdiendo mi mirada en sus ojos. Seguramente debí haber parecido estupida, pero no me importo solo me importaba no perder de vista al maravilloso portador de aquellos ojos.
-Procura ser más precavida con tus amistades.-Dijo haciéndome salir de mi ensimismamiento.
-Lo haré.-dije sonriéndole sosteniendo el dije del collar que me había regalado tal como había hecho en el gran salón.- Gracias.-dije abrazándole, fue allí donde me di cuenta de que que estaba enamorada de Sirius Black.
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Aww!
este es uno de mis caps preferido solo por la parte final
De nuevo, graaaaaaaacias, gracias y mas gracias por los coments =D

Saluuudiiitos ^^

(LLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL)
Que bonitoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
Me eeencaaantaaaa el capiii!!!!
Oh Sirus, awwwwwwwwww(L) xD

Holaaas!

Nuevo año, nuevo cap! =D

¡Feliz 2010!

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Capitulo 9
El club de las eminencias





¿A quien engañaba? Cuando el sentimiento ya sobrepasaba sus limites. A este punto ya era algo inevitable aceptarlo. Jamás habría imaginado algo así, era algo que ni en mis sueños mas locos se habría incluido. Pero... ¿Como era posible? Odiarlo por tanto tiempo para caer ahora era algo que todavía trataba de asimilar. Desde hacia mucho sospechaba que solo era cuestión de tiempo, tiempo que se adelanto mas de lo debido y que aun así no sentía que hubiera podido resistir un tiempo más...
Me encontraba sobre mi cama abrazando mis rodillas, era ya media-noche de un miércoles y no lograba conciliar el sueño. La última semana la había pasado cuestionándome a mi misma, pensando en que haría con Black. No era fácil ignorar su existencia y mucho menos después de lo que había hecho por mi, pero aun así me sentía cada vez más distante del chico como si cada mirada que le dirigía me alejara mil pasos de el. Era, mas bien, como si el estuviera evitándome, bueno, ahora que lo analizaba mejor el siempre lo hacia, siempre...


-¡Vamos Elleine!-decía Lily mientras tomaba mi ultimo sorbo de jugo de calabaza.-No pienso volver a llegar tarde a Encantamientos, Flitwick se volverá
loco.
-No te angusties-dijo Amanda colgando su mochila al hombro-No vamos tan tarde.
-Quiero conseguir buenos puestos-Era gracioso ver a Lily enojada o frustrada, ya se entendía por que James la molestaba tanto.
-Ya terminé, nos podemos ir-dije con voz somnolienta y con mucha razón, con los
deberes, el castigo y Black apenas lograba tener tiempo para cerrar los ojos.

Como siempre, las clases del pequeño profesor siempre eran divertidas, el simple de hecho de que el estuviera parado sobre una gran pila de libros agitando su varita con sus cortos brazos era algo sumamente gracioso. Toda la clases el profesor se enfoco en el hechizo Protego y no se detuvo hasta haberse asegurado de que todos supiéramos dominarlo con facilidad. Las clases con el eran dobles ya que el se había encargado, aparte de encantamientos, de Defensa Contra las Artes Oscuras, lamentablemente era temporal, puesto que el mago ya tenia suficiente con su materia original.

-Espero que practiquen hasta el cansancio-dijo el profesor Flitwick con su
voz aguda, pero que seguramente todos obedeceríamos.

Runas Antiguas, como siempre, fascinante pero al mismo tiempo aburrida, era divertido el hecho de llamar a la suerte pero el problema estaba en que solía equivocarme. Luego me encontraría con las chicas en el aula de pociones.

El salón se hallaba con las ventanas cerradas la única fuente de iluminación era una pequeña bola de cristal con un liquído azulado en su interior que brillaba tenuemente. Era la primera vez que estaba en un ambiente así.

-El Filtro de Muertos-anuncio Horace Slughorn- Muchos lo conocen ¿no es así?. Bien, hoy le agregaremos una pequeña modificación. Según los estudios realizados por Michael Frouser, realizar esta poción bajo oscuridad le da propiedades mágicas regenerativas y se anula por completo el efecto adormecedor. Sigan las instrucciones y el que logré que su poción se vuelva del mismo tono que el liquido dentro de esta esfera.-dijo señalando su esfera y moviéndola suavemente para que pudiéramos verla mejor.- Recibirá cincuenta puntos para su casa

Ante tal proposición nadie se opuso y empezamos a trabajar a toda marcha. Mientras cortaba los saltamontes y los agregaba a la poción, miré de reojo a Black, era...era extraño a decir verdad, nadie comprenderia el por que sus ojos resplandecian como los de un gato a pesar de la tenue luz que habia en la habitación.

-Concentrate-dijo Amy a mi lado sacándome de mi ensimismamiento, ¿Que le costaba dejar que siguiera soñando?
-Lo siento-me excusé y volví a mi labor.

Esperé a que la poción burbujeara un poco y en menos de lo esperado mi caldero estaba iluminando toda la habitación. El profesor vino corriendo hacia mí agitando su bigote de morsa al mismo tiempo que me felicitaba. Al poco tiempo Lily, Amanda y los merodeadores ya lo habían logrado al igual que yo, por otra parte la poción de Amy en vez de ser azulada y brillante era color verde oscuro y bastante apagada.
Recogí mi muestra y se la entregué al profesor, tomé un par de muestras para mí, quizás pudiese necesitarlas.

-Eres fuera de este mundo-me decía una indignada Amy en cuanto yo recogía mis cosas.-¿Quien logra hacer una poción así en menos de una hora?
-Emm-dijo Amanda intentando sonar que pensaba.-Quizá nosotros.
-¡Ja-ja!-burló Amy tomando su libro de pociones.
-¡Ah! Ustedes-dijo el profesor Slughorn señalando a los merodeadores, las chicas y, para mi sorpresa, a mi.-Acompáñenme un momento.
-No podemos faltar a Astronomía-dijo Amanda.
-No tomará mucho tiempo, y créanme que si llegan tarde convenceré a Sinistra de
que fui el culpable, ¿de acuerdo?-todos asentimos, además estaba segura de que
todos estábamos curiosos por saber que nos diría.-Muy bien iré directo al grano. Supongo que saben de la existencia del Club de las Eminencias (Pff...y quien no), tienen habilidades y muchas...
-En serio lo lamento, pero no estoy interesado-dijo Peter adelantándose a lo que diría el hombre.
-Y ustedes que dicen-dijo un expectante profesor, sin importarle el rechazo de
Peter, estaba segura que la invitación no era para el.
-¿Que cosa?-dije sin comprender.
-¡Perfecto! Este viernes en la noche, en mi despacho lleven traje de gala, celebraremos Halloween esa fecha.-decía emocionado Slughorn.
-Eh...Profesor, noche de Brujas no es hasta la próxima semana.-dijo James confundido.
-Nos adelantaremos, bien debo irme...los veo mañana.

Los siete quedamos sin habla, el club slug era famoso mas que cualquier otra cosa, por tener de afiliados gente con "habilidades", algo bastante bajo para mi gusto, pero aun así sin darme cuenta había accedido ir.

-Iras-dijo una voz a mis espaldas que era imposible de no reconocer.
-Eso espero-dije sin mirarle a la cara.- ¿Tu, Black?
-Igual, ¿Con quien iras?-me decía con indiferencia.
-Nos acaban de invitar-le reproché ¿Como esperaba que consiguiera pareja en cinco segundos?-Además, creo que iré sola, no tiene mucha importancia el ir
acompañada o no.
-¡Ah!, Bueno, ¿Te acompaño al Gran Salón?-me ofreció, yo me detuve en seco y le miré extrañada.
-De acuerdo, ¿Que te sucede? ¿Bebiste algo indebido?-pregunté.
-Si te incomoda tanto mi presencia, me puedo retirar-respondió haciéndose el
ofendido.
-No es eso, es que desde "Aquel día" me ignorantes por completo, en serio, cada vez considero mas la idea de que eres bipolar.-dije en tono de
broma lo ultimo.
-Algo común en los Black.-le enarque una ceja y seguimos caminando hacia el
gran salón. Ya se podía decir que Black hablaba como una persona ante otra.

El almuerzo fue algo en verdad tranquilo, primero por el hecho de que muchos estudiantes habían vuelto a casa debido a la guerra y segundo los Merodeadores se encontraban más tranquilos que nunca. Remus y yo hablábamos sobre la particularmente-estupida-guerra cuando una lechuza se poso sobre la mesa extendiendo su pata hacia Remus. Este toma la carta y le dio un bocadillo al ave. Le llevó un buen rato leer su carta, rato en el cual nos mantuvimos en silencio esperando saber que decía.

-Esto...eh...lean-dijo Remus mientras nos pasaba la carta. Noté que su rostro estaba rojo y su mirada enfurecida.


Querido
Remus:


En todo los sentidos, lamento ser yo el que te diga esto, no contaré detalles
debido al ICPM (Intercepción de Cartas Por Mortifagos)
espero que puedas comprender:

Ayer a las 23:09 PM tus padres fallecieron a manos de
aquel-que-no-debe-ser-nombrado. Se que mi dolor no es comparado con el tuyo y
espero que no trates de cometer ninguna locura o podrías lamentarlo. Lo siento
mucho y recuerda; A veces debemos darnos un respiro.

Mis
condolencias



Thomas Lupin III



Miré con cuidado a Remus, su mirada se encontraba inexpresiva tratando de contenerse, esa expresión que marcaba su rostro le hacia ver enfermo y desgastado, como si la noticia le hubiera hecho notar marcas totalmente nuevas. Era devastante verlo así, sin ningún síntoma que demostrara dolor pero al mismo tiempo creia que en cualquier momento gritaría de coraje. Fuí la primera en abrazarle susurrándole un "Lo siento", el no dijo nada, siguió inmutable y era algo digno de esperarse.

-Con permiso-susurro luego de un largo silencio entre nosotros. Se levantó de su asiento y se dirigió a la salida con paso decidido.
-Rems...-dije, pero James coloco una mano un mi hombro.
-Compréndelo, es mejor darle su espacio ahora- me dijo el chico.

¿Como podía? Yo no quería dejarlo, mucho menso en esa situación pero
luego entendí que era mejor así.
Me sentía irreconocible, ayer a las 23:09 PM yo pensaba en Black mientras los padres de mi mejor amigo morían sin piedad a manos de Voldemort. Era sorprendente como los muros nos alejaban de la realidad, nos alejaban de esa guerra que se debatía. No quería seguir así, quería hacer algo, ya era hora de
que alguien lo suficientemente valiente enfrentara a Voldemort. Yo, siempre consideré esa guerra como algo irrelevante y sin propósito, pero ya era tiempo de
acabar con ella. No aceptaba el hecho de que mientras Hogwarts dormía
placidamente vidas inocentes eran cobradas por un idiota, no podía, simplemente
no quería quedarme allí haciendo nada cuando sabia que absolutamente todos teníamos suficiente poder como para poder acabar con eso. Pero, siempre esta ese "pero", la cobardía se había infundido lo suficiente como para no arriesgarse lo suficiente, sin temor a que algo suceda ni a sangrar un poco para salvar la vida de los demás. Las vidas de alguien que no conocían me había abierto a los ojos a tal
punto que cualquier cosa fuera de eso seria irrelevante, estaba dispuesta a todo para lograr algo por otros.





"Son aquellos, los que intentan cambiar el mundo, los que nos hacen ver
por lo que vale la pena luchar..."

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Weeee!
Listo ^^

Ellieee!
Que profundo el capi. Pobre Remus T.T
siguelo pronto!