El cazador cazado

El viento no dejaba de soplar en una de esas noches londinenses en las que la niebla no lo cubre todo. La persecución se prolongaba ya desde varios lugares del país, en Stonehenge el joven cazador interrumpió un negocio de la serpiente y esta pareció huir a Edimburgo hacia las mismas entrañas de Mary King´s Close... pero esto solo fue una estratagema pues desde aquí el joven cazador se convirtió en la presa.
Con multiples contusiones y laceraciones en su cuerpo el joven, ya apenas armado, continuó su huida hasta las calles de Londres donde la serpiente se disponia a cazarle de una vez por todas...


Celerosos pasos retumbaban por las paredes de los viejos callejones londinenses tan solo en compañía de jadeos provenientes de unos pulmones cansados y dolidos .... y al amparo de una amenazante figura que no daría cuartel hasta segarle la vida, y eso asustada en demasía al joven no tan preparado para esta situación como el pensaba.

-Mwajajaja...-

Una carcajada se escuchaba reverberante por las estrechas calles mientras el muchacho intentaba ocultarse rogando porque la serpiente pasase de largo ignorando su escondite, el joven cazador cerró los ojos y aguantó la ajetreada respiración esperando que la oscuridad de la noche le salvase la vida como alguna otra vez en estos casos extremos.
Pero de pronto ya tenia una varita apuntando a su rostro, una varita con un blasón grabado en la madera y oculto por las sombras de la noche y la muerte, el blasón McDeath. Un fulgor verde emergió de la punta de la varita y cercenó una de las manos del muchacho, cayendo al suelo creando un charco de sangre y el joven profirió un grito de dolor.

-!Silencius! -Apunté con la varita para hacer callar sus ruidos de cobarde- Ha sido muy iluso por tu parte, joven Hunt, el querer aprovecharte de la situación para que tu hermano te reconozca como otro sucio cazador de brujas. Tu familia siempre ha estado metiendo las narices en los asuntos de magos oscuros y eso es algo que me irrita... ¡Sectumsempra! -Apunto a la otra mano resultando un sanguineo y sonoro efecto semejantes a la anterior amputación - Que cada vez seamos menos mortífagos no significa que seamos mas débiles pequeño Thomas, yo mismo me he encargado de los miembros mas cancerígenos para actuar con mayor efectividad y aquí está la prueba, un 'sano' varón de la familia Hunt maltratado, amputado y postrado ante el mago oscuro mas peligroso de la historia, no hace falta que me aplaudas -comento sarcasticamente viendo sus manos exangües en el suelo - Con tu muerte reduciré la lista de miembros Haunt a uno pero no te preocupes, enseguida te haré que te reunas con Nathan en el infierno. ¡Carniféxuris!- Fue lo último en escuchar Thomas antes de encontrar su cabeza decapitada a varios metros del resto de su cuerpo.

Un dia abri los ojos y estaba dentro de un carruaje en movimiento. Bosteze, pues parte de mi se encontraba aun en profundo sueno desde hace un tiempo. Mis ojos, naturalmente, se volvieron llorosos tras aquel bostezo y sin poder distinguir figura alguna, mire a traves de la diminuta ventana a mi disposicion. Algo en lo que veia me causaba un sentimiento de nostalgia y al cabo de unos segundo, la nubosidad en mis ojos desaparecio y pude distinguir los ladrillos de cada casa, el nombre de las calles y el terrible clima de Londres.

El carruaje se detuvo en pleno trafico: se habia estancado en un baden. Escuche el alboroto que se hizo a partir del accidente y trate de localizar al conductor con la vista pero este ya se encontraba bajo el carruaje, tratando de resolver el lio en el que nos habiamos metido, literalmente. Mi expresion se puso seria, se suponia que yo debia llegar directamente a la Mansion Black en lugar de quedar varada en algun lugar de Londres. En un ataque de ira, tome mis cosas y baje del vehiculo sin avisarle al conductor; y por lo tanto, sin darle paga alguna.

Yo me sentia enfadada; maldecia bajo mi aliento mientras cargaba mi pesado equipaje y golpeaba a uno que otro transeunte que se cruzaba por mi camino. Fue entonces cuando me encontre en un calle totalmente diferente de todas las anteriores; el unico sonido del que yo estaba consciente era el ruido de mis tacones sobre la superficie empedrada de la calle. No habia nadie, solo estaba yo.
Mi cara se volvio palida. Deje caer mi equipaje y comenze a caminar en circulos; trataba de buscar aquel sitio en mi memoria, pero tras padecer de amnesia, los recuerdos carecen de valor si uno no puede recordarlos.

Temblando, di mas vueltas hasta que me encontre frente a un callejon y una cabeza ensangrentada rodaba hacia mi. La mire rodar hasta que choco con mis pies; no me causaba ni repulsion ni miedo, pues si a algo estaba acostumbrada, era a la sangre. Segui con la mirada el camino de sangre que la cabeza habia dejado marcado en el suelo y me encontre con un hombre de sonrisa siniestra.
En silencio, lo mire a los ojos.

La cabeza rodó hasta los pies de una espontánea espectadora que miraba lo sucedido. Su rostro no mostrada miedo o sorpresa pero tampoco shock alguno de ver tal escena, como si lo que viese fuera un recuerdo lejano y quisiera encontrar algun significado en ello.

"Mmmm.... ¡Pero si es...!"

*Apunté raudo mi varita hacia mi cara e hice aparecer mi vieja máscara mortífaga sobre mi tez. La máscara aún tenía parchazos de la sangre del Señor Tenebroso e irradiaba un fuerte vínculo con la magia oscura notable incluso por seres ajenos a la magia... Tras ponerme la máscara antes de que me reconociese me acerqué hacia la joven mujer*

-Buenas noches... Delilah Black, hacia mucho tiempo que no nos deleitabas con esa esbelta figura y esos ojos...-

*Sigo andando manteniendome a 3 metros de la fémina con la varita apuntando amenazante y el brazo atento de cualquier movimiento brusco para impedir cualquier intento de ofensiva*

-¿Donde has estado tanto tiempo?-

En cuanto su rostro quedo cubierto por la mascara, mi corazon comenzo a palpitar fuertemente. Si bien no recordaba muchas cosas, esa mascara era una de las pocas excepciones. Pero por mas que mi mente intentaba relacionar su rostro con la mascara, me era imposible hacerlo. Sentia una enorme frustracion de no poder hacer nada ''extraordinario'' para tan siquiera recordar su nombre, pues el ya se sabia el mio.

Mis labios temblaban. Sentia que su mirada penetraba mi cuerpo de una manera escalofriante, como esperando a que yo reaccionara. Mi silencio parecia alimentar sus expectativas(?); guardar silencio no me ayudaria de nada, por lo que trague duro y hable.

- Yo..- *comenze, bajando la mirada* - es-staba lejos.- *Puse mis manos detras de mi espalda y lentamente, comence a sacar mi varita de entre mi ropa (o.o)*

La joven mujer parecia nerviosa y algo irritada al no poder reconocerme, mientras trataba de vocalizar alguna oración con sentido movió lentamente sus manos bajo sus vestiduras.

"Intentar sacar la varita.... ¿Una actitud valiente, o más bien temeraria?..."

*Mientras esperaba alguna respuesta verbal o incluso mágica, comencé a desplazarme lentamente hacia uno de sus costados, andando en círculo y manteniendo la distancia de 3 metros, flanqueandola sin apartar mis ojos de sus movimientos, como una serpiente al acecho de una nueva presa*

-Asique estabas lejos - respondí con cierto tono crítico - al menos me vendras de maravilla para llevarte los restos de ese perro Haunt bien 'lejos' ...-

"La dejaré mostrarme primero sus intenciones, a la primera muestra de un hechizo usaré mi as bajo la manga, jejeje"

Seguí callada disimulando la busqueda de la varita con mi actitud sumisa mientras comenzaba a moverse alrededor.
Aproveché un momento de descuido para desenvainar rápido la varita de entre mi ropa y con un giro de mis pies colocarme apuntando al mortífago para hacerle saber de su error al meterse conmigo.

- ¡Expeliar...!- Grité esperando lanzarle su varita por los aires, desarmándole. Pero el mortifago ya estaba preparado y conjuro su hechizo antes de que yo terminase con el mio-

- Expeliarmus - Dijo él con un tono suave pero imperativo, haciendo volar mi varita.

" Oh no, ¿Como he podido fallar?"

- Me esperaba un plan de ataque mas astuto viniendo de una antigua jefa auror...-
Comenzó a reirse con una estruendorosa carcajada apartando por un momento su vista de mi, situación que aproveché para dar una voltereta por el suelo y recoger mi varita del suelo.

Entonces, apuntandolo con mi varita, le pregunte jadeando: - ¿Quien eres tu?.-

*Observé disimulando con mi risa como aprovechaba el momento para recoger su varita yacente en el frio y sucio suelo de la calle con una hábil pirueta y en un instante ya tenia su varita apuntandome y creyendo que eso la daba cualquier derecho a preguntarme sobre mi mismo*

"Desde la posición en la que se encuentra tras la voltereta no puede ver la mano con la que sostengo la varita.... y se me ocurre una idea, jejeje"

-¿Quién eres tú?- me pregunta jadeando y preocupada como una temerosa presa antes de ser devorada por su depredador.

-¡Soy el que hiere, destripa, mata y arranca. Soy dientes en la oscuridad y garras en la noche. Y mias son la fuerza, la lujuria y el poder!-

*Contesté a la muchacha con tono amenazante, como la llamarada infernal de un dragón enfurecido, mientras me acercaba acortando la distancia y ocultando disimuladamente mi varita tras la ropa al viento*

-Yo soy ¡El Señor Oscuro!- Dije gritando mientras ráfagas de magia oscura se acumulaban alrededor de mi máscara, alterando su apariencia y haciendo ver como si mi cara fuese la de un demonio rabioso. Rápidamente y aprovechando el asombro de la muchacha, susurré una palabra- Devasto-.

*Un rayo de tenue luz salio de la punta de mi varita oculta tras mi ropa, desintegrandola en parte y precipitándose hacia Delilah que sorprendida se encuentra con el hechizo a una distancia tan corta que un contrahechizo largo de pronunciar no llegaria a conjurarse con exito*

Vi venir su hechizo contra mi con gran velocidad. En un diminuto margen de tiempo tenia yo el deber de reaccionar de manera astuta; por lo que tendria que dejar de ser racional y dejarme llevar por el instinto. Entonces, recurri a lo mas obvio esperando no equivocarme.

- Protego!.- De mi varita salio disparado un rayo de luz que, como le dice su nombre, me protegio del hechizo del mortifago. Afortunadamente, el tiempo me habia bastado lo suficiente como para pronunciar las palabras e inclinarme hacia un lado, por si las dudas.

''so... guerra sera''

- Vaya truco tenia usted escondido, Mi senor, talvez quiera que haga su trabajo por usted... ¡stupefy!.-

cutre post

-Protego- Contesté con decisión convocando el hechizo protector y haciendo que el conjuro ofensivo rebotase y saliese disparado por el cielo nocturno de Londres cual estrella fugaz.

-¿Truco dices? Eso solo era el aperitivo, hubiera sido muy decepcionante haber acabado con tu vida tan pronto y sin divertirme un rato mas-

*Apunté la varita ligeramente hacia arriba*

-Ascendio- Dije, lanzando mi cuerpo por los aires alcanzando una altura de varios metros, situandome por encima de los tejados de las casas que flanqueaban esa calle. En el punto culmen de la ascensión bajé rapido la varita para atacar pero esta vez apuntando a uno de los edificios.

-¡Devasto!- Ordené feroz a mi varita para lanzar el potente hechizo contra las casas, un gran estruendo se escuchó semejante a las bombas muggles cuando el haz de luz impactó con la fachada de una casa justo encima de la posición donde se encontraba Delilah, provocando la caida de pesados escombros que se precipitaban por la gravedad dispuestos a aplastarla.

"A ver que te parece esto, jejeje."

Vi venir sobre mi los escombros de las casas que el mortifago habia dejado caer. Me escabulli entre los pedazos de ladrillos que habian comenzado a caer sobre el suelo, y antes de que algo mas pasara, agite mi varita; justo en es momento, un velo de escombros cayo del cielo en donde yo estaba. Pasaron varios segundos para que el silencio reinara una vez mas en aquel callejon.
El mortifago camino cautelosamente hacia donde se suponia que me encontraria: viva o muerta. Comenzo a despejar la pequena pila de escombros que se habia creado tras destruir las casas colindantes. Su sorpresa se vio reflejado en su rostro al darse cuenta que bajo esa pila de escombros no habia mas que escombros.

[OFF: no importa, salvo por la sorpresa reflejada en mi rostro pues llevo la mascara de mortifago xDD]

Tras comprobar que aquel monton de escombros solo eran paredes sin restros de sangre sonreí para mis adentros como si hubiese visto algo que esperaba ver... hubiese sido demasiado facil acabar con Delilah con un simple e inofensivo juego, aun tenía mas planes en los que la necesitaba viva.

-Bien o bien, parece que has huido o te has escondido, tipica reacción auror cuando os veis superados en poder... pero no te preocupes pronto te dejaré tranquila-

*Me aparto unos metros de los escombros manteniendo la atención a mi alrededor para evitar posibles ataques furtivos, entonces me encorvo y agacho sobre mi propio cuerpo. De repente me levanto y extiendo ambos brazos en cruz...*

-¡Fyendfire!-

Toda la calle se ve envuelta en unos instantes de llamas inapagables provenientes de los mismisimos infiernos... casas y sus tejados, el suelo, las farolas, los escombros, el fuego entra por el alcantarillado y quema toda alimaña escondida entre las sombras, incluso prende el cuerpo decapitado del joven que intentó cazar al Señor Oscuro...

*Me voy de aquel lugar desapareciendo y dejando tras de mi una neblinosa estela negra tan común entre los magos oscuros, mientras todo en aquel lugar arde con mas calor que un volcán en erupción*