Inicios de la navidad

Era un día normal en hogwarts, el clima era bastante fresco lo que nos indicaba que la temporada navideña estaba por acercarse, al levantarme sentí el frío del piso taladrando mis pies con ferocidad, lo que hizo que mis dientes castañearan, y al meterme a la ducha pude sentir que el agua caliente empezaba a calentar temporalmente mi cuerpo, gracias a el cielo era sábado, las salidas a Hogsmeade habían quedado postergadas debido a examenes antes de las vacaciones de navidad.

Al salir de la ducha me coloqué unos jeans, una camiseta con los colores de gryffindor, sobre esta una chaqueta de cuero muggle que me había regalado Teddy para mi último cumpleaños no dude en colocarme doble par de calcetas y unas botas hasta las rodillas, amaba el frío pero este era una barbaridad, coloqué la bufanda de mi casa por dentro de la chaqueta para que no le quitara brillo a esta, en fin era el centro de todo el conjunto, todas las chicas a mi alrededor dormían negué con la cabeza, mientras bajaba calladamente a la sala común, donde la chimenea le daba más ambiente navideño, sonreí al pasar debajo de un muerdago que de seguro había colocado mi primo James como pretexto para besar a todas las chicas, como si no le conociera maldito casanova, sonreí ante la idea, y empecé a caminar hacia afuera de la Sala Común, no sin antes saludar respetuosamente a la Dama Gorda, la que respondió con relajación, yo le sonreí y empecé a caminar por los pasillos solitarios del colegio, con una sola dirección la lechucería debía enviarle una carta a mi cuñado, que tan amoroso como siempre me había enviado una con noticias de él y Vic.

Al llegar a la lechucería empecé a decidir si enviar a Crockis o a una lechuza del colegio, la pobre Crockis era la lechuza de Ted, que últimamente siempre andaba de arriba a abajo con cartas de Teddy para toda la población mágica, la llamé con un pequeño ululeo (?) que Ted me había enseñado y de inmediato esta se poso en mi brazo causandome algunos arruños.

-Hola pequeña- Ella respondió moviendo las alas, y yo la acaricié. -¿Quieres hacerme el favor de llevarle esta carta a Ted?-

Antes de entregarle la carta mis ojos repasaron varias veces cada uno de los parrafos que con tanto cariño les había escrito, los adoraba, a veces solía pensar que Teddy era mi hermano en vez de Vic, eso hubiese sido bueno, al cabo de unos minutos le entregue la carta a Crockis, que ululeo feliz de la vida partiendo hacia su destino, la casa de la playa donde seguro estarían ambos, me quedé viendola partir a través de la ventana, que envidia me daba el poder volar siempre era genial, lo sabía por las veces que había volado en escoba, era la mejor sensación, la libertad que te daba. Me quedé centrada en mis pensamientos mientras la lechuza se perdía de mi vista

Me había concentrado en la imagen de Ted en la playa llevandome a pasear cuando era niña, por unos años de mi infancia había creído que estaba enamorada de él, sonreí con esa tontería solo era un cariño demasiado fuerte el que le tenía, una voz me sacó de mis pensamientos, haciendome perder de vista el cabello azul electrico de Teddy cada vez que nos veíamos, me volteé y enarque una ceja.

-Buenos días Arystar-

Dije con un tono de voz resentido, ¿por que ni siquiera me miraba, que le pasaba conmigo?, respiré profundo, tal vez solo quería un rato de tranquilidad para él, pero tenía días de que no nos veíamos, excepto en clases, que el salía desapareciendose entre la gente, y ni siquiera me regalaba una sonrisa, me crucé de brazos algo molesta.

-Una pregunta y espero no estropear tu rato libre ¿desde cuando nos llevamos tan mal para que me llames por mi nombre completo, si hubieses agregado el Delacour hubieses sonado como mi madre molesta?-

Me volteé de nuevo hacia la ventana, recordando en esos momentos donde me jalaban de las mejillas y me gritaban: "-vamos enana weasley dale con todo", aprendí lo que era el amor viendo a mis padres, y a mi hermana, y era bastante sencible con respecto a esto, ya que en ellos veía un amor, casi impaciente, mi padre llegaba a casa y lo primero que hacía era correr a la cocina a levantar en sus brazos a mi madre.

Pase una mano por mis ojos evitando que alguna lágrima se fuese a derramar arruinando el poquito de rubor que había puesto en mis mejillas.

Cuando había decidido irme de ahí, ya que yo no era buena trabajando con personas con actitud tan como llamarla cambiante, yo prefería la gente que solía ser alegre, pero en todo caso daba igual, al escucharlo referirse a mí, me arrecosté a la pared.

-Cierto, hace un día hermoso-

Estaba justo enfrente de él, al menos ahora me estaba mirando, eso me alegraba un poco, como vi su cara de no se de que me hablas cuando hable de Teddy, me acerqué a paso lento inclinándome en el marco de la ventana para ver hacia afuera.

-Teddy es mi cuñado, se llama Ted Lupin de cariño Teddy, el novio de mi hermana mayor, es adorable, mi mejor amigo a decir verdad-

Tuve algo de miedo que sonara como una chica enamorada de su cuñado, muchas personas tomaban actitudes raras por mi cercanía con Ted, pero yo solo le veía como un amigo, saqué la mano para sentir el viento.

-¿Estas molesto conmigo por algo? o ¿Solo has vuelto a ser Arystar?-

Pregunté volteandome para clavar mis ojos en los suyos, eramos distintos de eso no cabía duda tal vez yo era demasiado brincolina y eso le causaba molestia, y mi presencia se había vuelto molesta, pero quería que me lo dijera, extendí la mano un poco hacía él dándole la oportunidad de tocarla si deseada, y sino no sería un rechazo o no se vería como tal.