Yo puedo ser buena amiga a veces o eso creo (Selene)

El día había transcurrido sin emoción alguna, empezaba a escuchar rumores de que nos tenían algo de miedo a mi y a mi hermana por lo que nadie se atravesaba en nuestro camino, Megan se había despistado de mí supuse que estaría con Jason su noviecito de turno de Sly, un sangre limpia pero fácilmente utilizable y desechable, así que no me interponía en su diversión de medio tiempo, iba caminado tranquilamente por el segundo piso del castillo, solo dos sonidos irrumpían en el silencio eran los tacones de mis botas y un sonido de un grifo abierto en el baño de la fantasma llorona, el sonido tenía eco por todo la planta así que me dispuse a ir a cerrarlo solo para que no me jorobara la vida, así que entre para ver a la fantasma jugando con un gato que quien sabe de donde había aparecido, al escucharme entrar soltó un gritito.

-NO NO SLYS AQUÍ NO-

-Callate idiota solo vine a cerrar el grifo-

-Noooooooo los Slytherin vienen a burlarse de mí-

-Será por que no paras de llorar como magdalena en todo el día hartas un poco, apuesto que en vida eras una sangre sucia-

Ella se tapo su boca fantasmal como si la hubiese ofendido y apareció delante mío según ella pretendiendo espantarme la mire sin emoción en el rostro levantando una ceja.

-¿Que?-

-no debes decirle sangre sucia a nadie, la profesora Sarihina me lo dijo-

-Mira que información más importante tienes fantasma sangre sucia-

Dije mientras la atravesaba sin preocuparme para cerrar el puñetero grifo que para eso había venido hasta aquí no para discutir de sangre con alguien que ni la tenía.

-Te acusare con ella de que llamas sangre sucia a las personas-

Lo que me faltaba que un fantasma me discutiera justo hoy, que de casualidad no estaba de buen humor, me volteé arrecostandome al lavabo.

-Según recuerdo no eres persona eres un fantasma, estas muerta si no lo recuerdas-

En el acto vi como la cara del fantasma se llenaba de sufrimiento y salía a llorar por los pasillos alejándose de mí, me volteé para verme en el espejo, triunfante, podía herir con palabras hasta a un fantasma que no tenía sentimientos que mérito.

En ese momento escuche alguien que se acercaba de nuevo al baño y supuse que era la fantasma que había cogido valor para defenderse, me volteé molesta.

-No me vengas a llorar de nuevo que hartera-

Grité pero en ese momento me percaté que no se trataba de la fantasma sino de una de mis compañeras de casa con la que debería tratar de ser simpatica

Solté una carcajada mientras me levantaba y caminaba hacia la puerta pasando mis dedos por el pomo, me causaba gracia la gente como ella, tan inocente, tan poco maliciosa por así decirlo.

-No te ofrezco a Potter, niña-

Dije mientras sentía que mis ojos se prendían de rabia contenida, no debía tratarla mal, pero se lo estaba ganando por todos los medios.

-Que pena, ¿sabes lo que daríamos la mitad de nosotros por que nuestro padre fuera el jefe de Slytherin?-

Me acercaba a un terreno flojo para mí, hablar de padres, me recordaba que mi madre era débil como la chica que estaba frente a mí y mi padre un maldito desconocido al que jamás le habíamos importado.

-¿Pero que haces tu?, desperdiciarlo avergonzandote de ser una Slytherin- saqué de mi bolsa que colgaba de mi hombro derecho cruzando mi pecho hasta el lado izquierdo.

-Hoy conocí a una chica se llama Veronica Law, es muy inteligente además de ello, la única que merece parece ser una Slytherin, a pesar de que su familia materna esta la mayoría en Gryffindor, ella sobre sale en Sly siendo tal vez la más ruda, la mas frivola de todas las niñas idiotas que hay en Slytherin, puede que sea la única a la que considero mi amiga, ¿sera que por fín conocí a una chica a la que puedo considerar digna? Con dulzura, Pansy Parkinson-

Leí un trozo del diario de mi madre, que supe desde un principio que hablaba de la madre de Selene, habían trozos de ese diario marcados y señalados de la amistad de nuestras madres, pero claro esta eso jamás pasaría entre nosotros por un simple motivo, yo no era tan positiva como mi madre, y Selene no era tan ruda como la suya.

-¿Alguna vez has revisado el brazo de tu madre?-

Le espeté sin pensarlo dos veces, había más adelante una lista de personas que habían sido marcadas el mismo día que mi madre, entre ellas Veronica Law, guarde el diario de mi madre mientras miraba de nuevo a Selene.

-¿La pureza de sangre? JA!!! estamos hablando del bien de los magos, el poder moverse de aquí para allá sin ocultarnos, los muggles deben saber que existimos y que tenemos el poder para gobernarlos !PERO NO LO HACEMOS! ¿Porque? consideración, como nos agradecen ellos, quemando brujas, y demás en la inquisición-

Acomodé mi fleco mientras tomaba el pomo.

-¿Quieres que yo te convenza de seguir el mal? ¿quien dice que soy representante de él?, solo intento seguir ideales de liberación de las cadenas que nos atan al secreto, si tus padres que son perfectos no lograron transmitirte eso, poco tengo que hacer yo Selene-

Me arrecoste en la puerta con suavidad mientras le dedicaba una sonrisa suave, y suspiraba.

-No sé Selene yo también te creía más inteligente, piensa en lo que te dijo, no hablo de matar muggles, ni sangre sucia, sino de un bien mayor poco entendido y malinterpretado por muchos-