Segunda Clase Herbología

Llegué a clase cargando mi mandrágora que se había portado de lo más mal durante la semana, al menos ya hoy iba a poder devolverla y quedar libre, me volteé a verla y le hable directamente.

-Gracias al cielo hoy regresas con tus hermanos (?) y me dejas en paz de una vez-

Como respuesta empezó a chillar a lo que el alma le daba me puse mis orejeras, mientras entraba a el invernadero que estaba arreglado, pero la profesora no se hallaba ahí y no había nadie más me senté colocando la tonta mandrágora en el escritorio, me recordé mentalmente que no debía maldecir las plantas frente a la profesora, eso me había costado puntos en la clase pasada, me puse a cantar bajito mientras veía como la profe había arreglado la clase, supuse que eso se tomaba su tiempo, era muy amable de su parte tener todos los materiales listo.

"Bien ahora esperemos que comience la clase"

La mandragora que me tocó cuidar se había familiarizado mucho conmigo, desde aquel día que la saqué de su escondite y la traté como mi propia hija. Talvez parecía muy idiota pero andaba de arriba a abajo con la planta, la cúal solo chillaba por las noches. Sin duda alguna me veía como un padre de familia, teniendola en una sujetadora para bebe cerca de mi pecho, mientras que caminaba leyendo un libro. Al cabo de unos minutos pude escuchar el timbre, que indicaba el comienzo de la clase de Herbología y el fin de la semana cuidando a la planta. Talvez me pusiera un poco sentimental, aunque de todas formas fuera algo falso, y recordaría los momentos que pasé con la planta que tantas veces me ha mordido.

-Veo que es hora, Allen-kun.-

Entraba al salón y veía a Dominique con su mandragora y observando los materiales de trabajo posicionados en cada pupitre. Sin duda alguna examiné a fondo el salón y me dispuse a saludar posteriormente, pero después de dejar la mandragora en mi puesto en la última fila.

-Buenos días, Dominique. ¿Como estás?-

Me senté después en mi silla, preparando todo para la clase y revisando algunas cosas en mis útiles, los cúales parecían bastante extraños. Talvez hoy haríamos la posima de Mandragora.

Aquel día después de pasar por la biblioteca a dejar unos libros sobre pociones avanzadas me detuve en el gran comedor para ir por mi hermanita menor Lily a la cual le debía unos apuntes para su clase de DCAO que me había pedido de años anteriores los cuales le ayudarían para progresar en sus estudios,de ahí fui a la sala común de Slytherin para tomar unas cuantas cosas que puse en mi mochila para ir al invernadero de herbología donde daría comienzo pronto la segunda clase.

Al entrar la profesora no se encontraba aun en el aula así que me fui a sentar a uno de los pupitres vacíos en donde saque mi libro de herbología acompañado con los pergaminos que contenían el reporte de como se había comportado mi mandrágora, excelente planta para el uso de despetrificar gente pero jamas plantaría esas cosas en mi jardín, son realmente detestables,sin mas que hacer me mantuve en silencio repazando sobre el lumos solem y las prioridades del lazo del diablo.

*Cogí la maceta que estaba apoyada en el gran ventanal de la SC de Ravenclaw. Durante aquellos días cuidé bastante bien a la mandrágora. Chillar solo chilló el primer día pero luego dejó de gritar por lo que fue un alivio tanto para mí como para mis compañeras. Algo bueno tenía que tener tene runa madre herbologa.*

*Bajé las escaleras d el atorre y salí por la gran puerta hacia los invernaderos.*

''Creo que era el numero 1..''

*Abrí la puerta y vi a alumnos d eprimero plantando unas semillas.*

-Ups, lo siento.-dije cerrando la puerta

''Era el numero 3..-.-''

*Entré por la puerta donde ya había algunos alumnos sentados en los pupitres llenos d etierra, seguramente d ela anterior clase. Me puse bien el pelo y dejé la maceta encima del pupitre. La mandrágora emitía pequeños ruiditos seguramente porque la habría despertado.*

-Hola Arystar bien gracias ¿y tu?-

Dije mientras seguía tarareando una canción en mi mente y llevando el compás con los pies, al cabo de un rato entro una chica Selene me volteé a verla y asentí con una sonrisa.

-Me odia pero el sentimiento es mutuo ya sabes no nos llevamos bien, es como un hijo adolescente rebelde que odia a su madre ¿no es así plantita horrible y chillona?-

Solte mientras la puerta se abría de nuevo era mi primo Albus que estaba sumamente distraído.

-Buenos días para tí tambien Albus-

Dije ofendida cruzandome de brazos, volteando a ver a la chica de Sly de nuevo.

-Oh ¿no nos conocemos cierto? Soy Dominique Weasley de Gryffindor-

Me percate hasta ese momento que ella era Sly, pero parecía bastante amable, así que me tragué todos mis comentarios acerca de los Sly En ese momento entró Alena la salude con la mano con una sonrisa.

-Bien-

Dije al entrar a la clase más para mi que para nadie, y con solo voltear a ver la puerta esta se cerró, agradeci todas las clases universitarias de magia sin varita mientras me sentaba cerca de los estudiantes, algunas mandrágoras gritaban y yo rodee los ojos, mientras lanzaba sobre ellas un hechizo para que se durmieran.

-Buenos días estudiantes espero no haberlos hecho esperar demasiado, pero los profesores tambien comemos-

Empecé a caminar en medio de las mesas viendo varios alumnos nuevos eso me molestaba un poco puesto que me atrasaba un pelín en mis planes para el día de hoy, pero y que dodas debería empezar la clase, levanté una lista de las personas presentes.

1. La niña carismatica de Gryffindor que odiaba las plantas: Dominique Weasley
2. Mi sobrina niña de Slytherin que debia empezar con lo de la mandrágora: Selene Law.
3. El chico serio de Gryffindor que parecía encariñado con su mandrágora: Arystar apellido demasiado extraño
4. La chica de intercambio de algún colegio que según el expediente su madre era profesora de Herbología: Alena Gorgios.
5. El callado y extrañamente Slytherin: Albus Potter.
6. La princesa malhumorada de Slytherin: Meredith Parkinson (Pendiente de mandrágora)

Me regañe mentalmente por pensar mal de algunos estudiantes pero a veces los profesores nos guiabamos por su manera de ser personas y de ahí empezabamos a catalogarlos en futuros buenos magos y futuros problemas.

-Bien todos los que no tengan mandrágoras pasen por aquí e intenten sacarlas de este cajón con cuidado son sensibles-

De inmediato las dos chicas Slytherin se levantaron mientras me dirigia a los otros.

-Los demás escucho sus reportes de comportamientos de las mandrágoras alguien desea empezar?-

Genial debia sacar la puña mandrágora ahora y de la manera correcta ya que la mirada de la profesora solo recaía sobre nosotras, me puse todos los implementos necesarios y decidí que era hora y de inmediato metí las manos suavemente dentro de la tierra igual los guantes protegían mis uñas que estaban pintadas de verde con plateado.

-Venga sal no tengo todo el día-

Pero la planta se resistió dando alaridos que me obligaron a poner mis manos sobre las orejeras

-Arggggg como algo tan pequeño puede ser tan tedioso-

Gustosa le haría un crucio a la estúpida planta.

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'El Dado ' :

Me volteé al escuchar los gritos de inmediato moví mi varita sin pronunciar palabra aplicando un insonurus a las partes de las clases donde los estudiantes no tenían orejeras y negué con la cabeza viendo a la estudiante de Slytherin.

-Tiene dos intentos más, así que continue señorita Parkinson-

Dije volteandome para ver al resto de los estudiantes, estaba esperando a que alguien empezara pero nada parecia que no habían desayunado hoy, y no se por que eso empezaba a cabrearme un poco, no quería ser la profesora regañona pero si no se ponían pilas así sería.

-A ver y ustedes los demás empiecen a dar sus informes, o ¿que no hicieron nada? si no empeizan a hablar empezare a bajar puntos para las casas que parece que ustedes trabajan mejor bajo presión-

Solté en un tono molesto mientas arrugaba el ceño si no pasabamos esta parte no podríamos avanzar y ahi si me iban a conocer cabreada.

"Pffff y ahora miss simpatia Whyte se cabreaba genial, dos oprtunidades más"

-¡Ya ya sal!-

Dije en un tono menos amargado a ver si la planta se decidía a salir, me alegro que retaran al montón de.... estudiantes, que no hacían nada por avanzar solo mirarnos, volteé y mire a Selene que parecía concentrada.

-Ya en esta sales si o si-

Y la maldita cosa esa salío dando chillidos, la tome de las hojas mientras hacía mala cara, por la cara de la profesora supe que debía tratarla bien o hoy saldría con menos puntos de los que pudiera imaginar, así que la acurruqué haciendo mala cara esperando que esto se detuviera pronto.

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Luego de mi llegada varios estudiantes más aparte de Dominique, fueron llegando al invernadero. Al parecer la clase de hoy no sería asistida por tanta gente como la vez pasada, algo que me alegraba un poco. Me quedé cuidando a mi mandrágora un rato, hasta que la profesora porfin se presentó al dichoso lugar llamado Invernadero o lugar de clases prácticas de Herbología. La puerta se cerraba fuertemente, como si no pensara dejar que ningún otro estudiante que llegara tarde, entrara. Por suerte yo estaba ahí y era lo único importante para mí, solo buscaba algo de tranquilidad y no más alaridos por parte de las Mandrágoras. A todas las plantas sin ecepción les lanzó un hechizo que las hizo dormir, en ese momento el ruido culminó y pude descansar de mi organo auditivo, el cúal estaba soportando demasiado con aquel chillido molesto. Rapidamente levantó una lista y luego de pegarle una ojeada nos indico sacar nuestros reportes, mientras que las nuevas en clase sacarían su mandrágora de la tierra. Me mantuve en mi puesto algo alejado de todos, simplemente concentrado en algunos pensamientos inaportantes, y en ese momento la profesora nos indicó hacerlo inmediatamente. Sin duda alguna, levanté mi mano para hablar y empecé con mi "discurso" acerca de Allen-kun.

-Mi mandrágora recibió el nombre de Allen, pues como verán se ha encariñado mucho con mi persona. Al parecer lo único que la ha motivado todos estos días fui yo, algo que me hace caer en razón y pensar que es un ser viviente. Antes no lo consideraba de esa forma, me parecía algo repugnante que solo chillaba y nada más, pero creo que me he equivocado en cuanto a eso. Allen ha demostrado ser una mandrágora muy calmada, solo chilla cuando no esta acompañada y por las noches cuando desea dormir. Algo bastante inquietante, pues no pensaba que la Mandrágora que conocí en la anterior clase fuera tan serena. Además, su comportamiento es bueno, aunque es algo traviesa. Intenta deshacerse de su maceta donde esta guardada y aveces me intenta morder, pero digamos que ya me he acostumbrado a eso. Talvez paresca muy sentimental, pero hoy cuando me separe de ella, la recordaré por siempre como alguien que aprecio.-

Terminé cerrando los ojos nuevamente, sin importarme la reacción o los comentarios de los alumnos presentes. Simplemente me enfocaba en haber dado una buena respuesta, pues aunque ni yo mismo me lo crea, fue de todo corazón y sinceridad. Por un segundo abrí mis ojos y noté que Parkinson había logrado sacar su mandrágora, pero por más que pareciese gritar, no podíamos escucharla nosotros. Talvez la profesora utilizó un conjuro para evitar que cayeramos en el chillido de la mandrágora.

Por que la profesora estaba tan molesta no lo sabía tal vez por que nadie participaba y eso le parecía una falta de seriedad, así que saque mis pergaminos donde había escrito todo el comportamiento de la mandrágora, pero en ese momento Arystar empezó a hablar así que espere a que el terminara y empecé con mis notas.

-Creo que es importante mencionar que no somos muy amigas que digamos, pero bueno, el primer día después de salir de aquí la puse un rato al sol, lo que pareció tranquilizarla rápidamente, durante la noche me di cuenta que prefería estar donde le daba el aire, así que la deje a las orillas de la ventana, poco a poco dejo de llorar tanto y empezaron a salirle estas cositas-

Dije señalandole unas pequeñas semillitas en las ramas con la pluma que tenía en la mano, mientras proseguía leyendo.

-Al cabo de unos días algunas de estas se cayeron, entrando en la tierra que tienen alrededor, son todos los cambios que noté profesora Whyte-

Espere una expresión, una sonrisa de su parte que me dieran señal de que estaba bien lo que le había dicho, pero no se por que jamás recibí esa sonrisa.

Por fin las cosas empezaban a marchar Parkinson logro sacar la mandrágora y uno de los alumnos empezo a hablar, sinceramente esperaba que fuese él, el que empezará no se si le gusta esta materia pero le hecha ganas y eso es importante, al escuchar que le había puesto hasta nombre a la planta negué ligeramente con la cabeza, ya le explicaría por que, y luego de inmediato Dominique Weasley empezó con una descripción detallada de cada acontecimiento, era más prágmatica, pero hacías las cosas por salir del paso y eso me molestaba, ambos terminaron Arystar cerró los ojos como si tuviera dolor de cabeza, mientras Dominique me miraba esperando mi aprobación, pero hoy no estaba de buen humor.

-Arystar 40 puntos por tu trabajo, pero quiero que me respondas una pregunta y piensala bien por favor, ¿que fin tienen todas las plantas que estudiamos en esta clase?-

Le di tiempo para pensarlo un poco esperaba una respuesta acertada de su parte, mientras miraba a Dominique rápidamente-

-30 puntos por tu trabajo, eres bastante teórica pero te falta corazón para hacer las cosas, analiza lo que acabo de decirte, mientras los demás prosiguen con su explicación-

Me volteé para ver a Parkinson su planta empezaba a calmarse, le aplique el mismo hechizo que al de las demás y calló en un sueño profundo.

-Parkinson tome asiento quiero que escuché a sus compañeros, Alena ¿que tal si nos explicas como te fue a ti?-

-Si no es mucha molestia profesora diré mi resumen de la situación con mi mandrágora, no le he puesto un nombre puesto que ella no lo quería y la comprendo, su comportamiento era como el mío tranquilo sin hacer ruido ni nada molesto a la hermosa luz de sol, solo chillaba cuando quería agua aunque solía moverme un poco para estirar sus amplias hojas de color verde.Estuvo así por dos días hasta que note que estaba muy apretada en su masetero así que la cambie de maceta trasplantándola para que tuviera mejor libertad, le puse nueva tierra fresca junto con algunos abonos para que alimentara correctamente, le di agua por la mañana, tarde y noche tarde casi madrugada.Se ha comportado bien y la extrañare mucho sin duda, ah sido un experiencia muy grata para mi.

Termine de hablar, me quede en silencio acariciándole las hojas a mi mandrágora, esta se movió un poco he hizo un sonido como si suspirara tranquila, me sonreí de lado extrañando cuidarla pero capas puedo obtener un permiso para venir a verla de vez en cuando, me quede en silencio esperando no haber interrumpido a la profesora pero era mejor que háblese y no me quedase callado.

-Espero le haya sido útil mi información.

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Casi nadie nunca, había logrado sacar la mandrágora de manera perfecta a la primera, así que ya que los alumnos andaban pensando me dirigi a la señorita Law.

-Vamos intentalo de nuevo, creeme que desde hace muchos años nadie a logrado sacar la mandragora al primer intento sin usar la fuerza creame que ellas a veces deciden salir por si solas, pero eso pasa cada eclipse de sol-

Proseguí mirando a los estudiantes que habían en la clase que pasaba que nadie más opinaba.

-Bien ya que nadie más se tomo la delicadeza de hacer la tarea pues seguire con la clase, alguien tiene ya la respuesta a la pregunta que hice por 50 puntos?-

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